El padre de la edil tránsfuga dice que el PSOE la busca para amenazarla
Cada día que pasa, más complicada resulta la vuelta atrás de Susana Bermúdez, la tránsfuga socialista que apoyará al Gobierno del GIL en Ceuta. Mientras ella continúa en paradero desconocido, su padre, Ángel, confirma que el paso atrás es ya imposible y culpa de todo lo sucedido a la dirección del PSOE. No sólo por la forma "injusta" en la que, según él, trataron a su hija, sino por las declaraciones de los últimos días. Los Bermúdez, una familia que ha pertenecido siempre al PSOE, apoyan ciegamente a la tránsfuga. Su padre lo deja claro: "Las pocas esperanzas que quedaban para salvar esto las han anulado con sus insultos y las insinuaciones de que mi hija ha cobrado dinero".Además, acusa a los dirigentes del PSOE de estar buscando a su hija por todas partes, no para convencerla y ayudarla, sino que "quieren trincarla" para presionarla y amenazarla y que cambie de opinión. Especialmente duro se muestra con Carmen Cerdeira, miembro de la ejecutiva y líder del clan rival en Ceuta de los Bermúdez, a quien acusa de haber "mentido descaradamente" cuando relató una confidencia que le había hecho Susana Bermúdez respecto a un intento de soborno del GIL con 75 millones de pesetas.
La última estrategia tanto de socialistas como de populares ha sido la de presionar con la actuación de la Fiscalía Anticorrupción. De momento, lo único que ha conseguido es un enroque mayor de la familia. "Que investiguen todo lo que quieran, no tenemos nada que ocultar".
Todos los argumentos que da el padre de Susana están encaminados a probar que su hija no ha cobrado del GIL, aunque también, sin querer decir dónde está, admite que está acompañada por gente de este partido. Los ingresos que, según su familia, podían obtener Bermúdez y su marido al margen de la política es de unas 350.000 pesetas. "Viven bien, no necesitan que nadie les compre. Él gana unas 200.000 por trabajar como administrativo en el puerto y ella el resto por llevar la contabilidad de varias empresas", dicen.
Ángel Bermúdez insiste en que nadie podría garantizar la seguridad de su hija si traicionara los compromisos que ha adquirido con el GIL. "Parece de película, pero es que es así".
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