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Gil Marín reta al alcalde de Estepona a probar ante el juez sus acusaciones

El secretario general del GIL y ex alcalde de Estepona, Jesús Gil Marín, respondió ayer con un "es rigurosamente falso" a las acusaciones de intento de compra de concejales que ha venido haciendo el actual equipo de gobierno de la localidad. Según las denuncias, su partido, que tiene la mayoría simple con nueve concejales, habría intentado cambiar el sentido del voto del edil popular Ignacio Mena, a cambio de la presidencia, y de Manuel Sánchez Bracho, el número uno de la lista del PP, a cambio de 500 millones de pesetas.Gil Marín retó a la actual corporación municipal a que prueben estas acusaciones en los tribunales y criticó que su "manera de promocionar Estepona sea salir en la crónica de sucesos". "Si hemos cometido tantas tropelías como se empeñan en decir, que lo demuestren primero en un juzgado y luego hablen", manifestó. También reconoció que es "buen amigo" del padre de Mena, un reputado médico en la ciudad. "Me he reunido con él antes, durante y después de las elecciones y lo seguiré haciendo", aseguró, pero negó que el pasado 17 de junio le solicitase por teléfono su intermediación para que su hijo se pasara a las filas del GIL. "Eso es tan ridículo como si digo que Su Santidad me llama todos los días para darme las buenas noches", dijo.

También negó que se haya producido una oferta de 500 millones a Sánchez Bracho para que votase a favor de su investidura. "Si de mí dependiera, sería él quien tendría que pagar y además varios millones de pesetas más", dijo, e ironizó: "Con lo que dicen de nosotros todos los días, ¿les vamos a ofrecer que se incorporen a nuestras filas y, además, pagarles dinero por ello?".

Amenazas dudosas

El ex alcalde aseguró no saber nada de las amenazas y presiones que dicen estar recibiendo el actual alcalde, el socialista Antonio Caba, y Sánchez Bracho y puso en duda que se hayan producido. "Eso será por todo lo que me han criticado por llevar escolta. Querrán ponérsela ellos ahora y tendrán que justificarlo de alguna forma", dijo.La semana pasada, el actual alcalde socialista dio a conocer un informe financiero según el cual los concejales del GIL y sus cargos de confianza cobraron en los últimos 18 meses casi 500 millones entre las nóminas del Ayuntamiento y los pagos de las sociedades municipales. El ex alcalde aseguró que se trata del presupuesto de los cuatro años de mandato.

Por otra parte, Gil Marín considera de pura lógica que su padre y presidente del Grupo Independiente Liberal, Jesús Gil, anunciase el pasado 3 de julio que era cuestión de tiempo que Ceuta pasase a sus manos. "Se plantea como un gran sacrilegio y como que se resquebrajan los cimientos del país. Pero era cuestión de aplicar el sentido común", aseveró. En cualquier caso, negó que su partido ofreciera 75 millones y un piso en Marbella a Susana Bermúdez, la tránsfuga socialista que estampó su firma en la moción de censura del GIL en Ceuta, como ella comentó a sus antiguos compañeros.

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