Compren una guía de perros
Habiéndome enterado de la normativa que intentará aprobar la Comunidad de Madrid respecto a las razas de perros a las cuales se les obligará a disponer de un seguro obligatorio de responsabilidad civil y los demás puntos de esa normativa, y como dueño de un perro de raza San Bernardo, no puedo ni quiero dejar de escribir esta carta manifestando mi opinión al respecto.Como ya he manifestado anteriormente, poseo un San Bernardo, y como perro de gran tamaño que es, estoy harto de sufrir a perros bien llamados peligrosos, como pitbull y demás razas, ya que éstos continuamente intentan atacar al mío debido a su tamaño, sólo por eso.
Obviaré lo que es un San Bernardo, y emplazo a la Comunidad de Madrid a que se compre una guía de perros y entienda que está metiendo en el mismo saco a un perro de salvamento, uno de los considerados como más pacíficos del mundo y también poseedor del mejor carácter con las personas; acaban de unir al pitbull y demás con razas de perros que son conocidas por evitar peleas a toda costa (el mío tiene más de tres años, y nunca ha tenido ninguna).
Me parece denigrante y ridículo que en la Comunidad de Madrid haya una persona a la que, presupongo dotada de conocimientos al respecto de los perros, se le haya ocurrido la famosa norma de los 25 kilos; es lo más ridículo y absurdo que he oído en toda mi vida. Esa famosa cabeza pensante de la Comunidad de Madrid no tiene ni idea, repito, ni la más mínima idea de lo que es un perro, por lo que nunca en su vida será capaz de solucionar el problema, que reconozco es grave, que tenemos con las bien llamadas razas peligrosas. Recuerdo, por si sirve de algo, que el perro que más denuncias tiene es el cocker, señores pensantes de normativas absurdas, y no creo que hayan visto jamás a uno de estos ejemplares que pese más de 25 kilos (ya les mandaré una foto de un cocker, que presupongo que creen ustedes que estoy hablando de algún tipo de comida, o algo así).
Respecto a la brillante y genial norma de no poder dejar a los perros en mi jardín particular, les diré a mis abuelos, ancianos ellos, que ya no se pueden sentir seguros durmiendo en su casa de la sierra, ya que el perro deberá dormir en el baño (le tendré que fabricar una litera, supongo, a no ser que también esté prohibido). Igual, junto con esta norma, a la famosa cabeza pensante de la Comunidad se le ocurre repartir gratuitamente fusiles de asalto entre los vecinos.
En resumidas cuentas, no sé si poner a mi perro a régimen (50 kilos de sobrepeso respecto a la norma me parecen demasiados), entregarme a la policía por ser dueño de un perro o buscar un puesto de trabajo tan cómodo como el de la llamada "cabeza pensante".
Por favor, ruego encarecidamente a quien corresponda que no haga más el ridículo con estas normas y se dedique a solucionar los problemas de verdad y, a ser posible, no justo después de una desgracia.-
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