Inflación

Los mercados de valores europeos continúan pendientes de todo aquello que sucede en la Bolsa de Nueva York, en la creencia de que es fruto de un concienzudo análisis de la influencia de la situación económica sobre la próxima decisión de la Reserva Federal respecto a los tipos de interés.Las recientes declaraciones de este organismo, afirmando que del actual ritmo de crecimiento económico no se desprenden grandes tensiones inflacionistas, excepto por el empleo, han llenado de desconcierto aquel mercado, que ya no sabe bien cómo interpretar los datos económicos. Las ventas al por menor crecieron en julio el 0,7%, más de lo que esperaban los analistas y después de una caída del 0,2% en junio. El dato es inflacionista donde los haya, pero si la Reserva Federal considera que no hay peligro por este lado, no hay razones para que el mercado se preocupe. El Dow Jones de valores industriales registró una oscilación de 77 puntos, 70 al alza y 7 a la baja, en las dos primeras horas de mercado, y a punto estuvo de cortar el avance de la Bolsa española, que terminó con una subida del 0,37% en el índice general de Madrid, casi un tercio de la máxima subida del día. Una parte de la subida de Nueva York se debió a los rumores sobre una posible fusión de Merrill Lynch, cuyas acciones subieron el 32%, hasta 17,12 dólares, nada más abrir la sesión. [Al cierre, el Dow Jones había ganado 1,50 puntos, un 0,01%, y se situaba en 10.789,30] Para los inversores españoles están pasando inadvertidos, quizá voluntariamente, los pronósticos del IPC de julio, que se conocerá esta mañana. Las expectativas se concentran en torno al 0,5%, y el petróleo y sus derivados continúan subiendo. La mayoría de los análisis publicados en estos días señalan la creciente dificultad de terminar el año con la inflación en el 1,8% si el petróleo se mantiene por encima de los 20 dólares por barril.

El mercado continuo negoció 95.369 millones de pesetas, 573,18 millones de euros.