El Gobierno nipón reconoce el fracaso de su plan de rescate de la banca
El ministro de Finanzas de Japón, Kiichi Miyazawa, ha reconocido la responsabilidad de su departamento en la quiebra del banco Namihaya, que el pasado sábado se declaró insolvente, pese al apoyo gubernamental a su saneamiento. Miyazawa dijo que lamentaba el "corto periodo" que ha durado la entidad, creada en 1998 por la fusión entre los bancos Fukutoku y Naniwa y que fue propiciada por el Ministerio de Finanzas. El Namihaya, con 2.349 empleados y 114 sucursales en todo el país, es el sexto banco japonés que fracasa bajo las leyes de reconstrucción financiera del Gobierno.Por otro lado, la Agencia de Planificación Económica informó ayer de que Japón ha entrado en una leve fase de recuperación, aunque advirtió de que aún hay riesgos de deterioro si los agentes económicos se descuidan.
Entre los últimos indicadores, ayer se publicó que los créditos concedidos por la banca japonesa alcanzaron 484,05 billones de yenes (más de cuatro billones de euros, 665 billones de pesetas) en el mes de julio, lo que supone un descenso del 6,1% respecto al mismo mes del año pasado y el peor de su historia.
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