Un reglamento sin garantías

Ahora que estamos en una feria grande, como la de San Sebastián, y presta para iniciarse el próximo sábado la de Bilbao, conviene recordar que no existe garantía alguna en el Reglamento del País Vasco, cuando hay sospechas fundadas de que una o más reses de las lidiadas han sido manipuladas.El Reglamento establece que el ganadero podrá exigir que se lidie lo que se sospecha, y además que sea él quien asuma la responsabilidad de los análisis que se practiquen post mortem. Lamentablemente, sigue en vigor en el País Vasco un reglamento que el ministro Corcuera impuso. Y lo curiosos es que el Senado español ordenó al Gobierno -y así se hizo- que ese desatino fuera derogado.

Cuando se podía haber quitado con toda razón esa fullera premisa, resulta que en el País Vasco se da por bueno, lo que no quiere nadie. ¿Por qué? ¿No parece natural que se cuide al espectador, para que nadie le venga a dar el tocomocho, cuando es el que paga y mantiene la fiesta de los toros?

¿A quién quiere mimar la ley? ¿Tal vez a quien está en condiciones de infringirla?

No estaría de más revisar este capítulo, y conseguir que se derogue cuanto antes.