Nadal afirma que a partir de septiembre la A-7 será gratuita para los camiones a su paso por Tarragona
El accidente mortal del pasado sábado en la nacional 340, a su paso por Tarragona, ha reabierto la polémica por las carencias de la carretera y ha revelado la inutilidad de las medidas adoptadas por las administraciones para facilitar el paso del tráfico pesado por la A-7 merced a una substanciosa rebaja en los peajes. El alcalde de la ciudad, Joan Miquel Nadal, anunció ayer la disposición favorable del Ministerio de Fomento a facilitar la gratuidad total de la A-7 para el transporte pesado, una medida que se adoptará, según explicó, a finales de septiembre o principios de octubre. Asimismo, el alcalde de CiU anunció la imposición en los próximos días de severas medidas de control por parte de la Guardia Urbana y de la Guardia Civil a camiones y autobuses, para disuadir al transporte pesado de circular por la N-340 y forzar el uso de la autopista. Controles de peso, del estado del dibujo de las ruedas, tacómetro, pruebas de alcoholemia, papeles en regla...: todo un despliegue para perseguir a los conductores de camiones o autobuses que utilizan la N-340, que atraviesa la ciudad, cuando pueden acogerse a una rebaja del 66% de la autopista A-7. El Ayuntamiento de Tarragona, con esta decisión, entiende que la mayor parte de los accidentes en la nacional se producen con la participación de un vehículo de grandes dimensiones. Joan Miquel Nadal aseguró ayer que el accidente del pasado sábado "fuerza la sustitución de medidas informativas sobre las rebajas en la autopista por medidas disuasorias". El alcalde informó que la Guardia Urbana establecerá dos controles fijos en la ciudad, un vehículo radar que vigilará la velocidad del tramo, preferentemente durante la noche, y una zona de inspección. La Guardia Civil colaborará en estas tareas y desarrollará de forma paralela controles sorpresa en la carretera. Actualmente se estudia además rebajar el límite de velocidad permitido en la salida norte de la carretera, zona en la que se producen con frecuencia accidentes con resultados de muertes. Además la Guardia Urbana realizará controles periódicos en los barrios de la ciudad a coches y motocicletas, con el objetivo de garantizar que hayan pasado las revisiones obligatorias y dispongan de seguro. El alcalde renovó la petición a los transportistas para que usen la vía rápida, máxime cuando durante los meses de agosto y septiembre no tengan que asegurar un mínimo de ocho viajes para acogerse a la rebaja del 66% en los peajes. Nadal lamentó que la adopción de estas medidas pareciera ser forzada tras la polémica por nuevos accidentes, pero aseguró que la preocupación y el trabajo por evitar la peligrosidad de la carretera ha sido constante. Los vecinos de la ciudad llevan más de once meses manifestándose cada domingo para denunciar la situación viaria. El inicio de las protestas se produjo, precisamente, tras un accidente, ocurrido en el mes de septiembre y que se saldó con cinco muertos. El domingo los vecinos colocarán cuatro cruces al lado de la carretera en recuerdo de las cuatro víctimas mortales del pasado sábado.
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