Ágil de piernas

Soy un jubilado de 77 años (gracias a Dios, ágil de piernas). Aunque soy pacífico, me hierve la sangre y me sulfuro, la mayoría de las veces que voy en autobús de la línea 77, al ver que hay muy pocos conductores (tres o cuatro nada más) que saben emplearlos (no me meto en la buena o mala conducción); sino que llevando en sus manos esos magníficos vehículos (que tanto han costado, para facilitar las bajadas y las subidas de los ciudadanos con problemas físicos) no paren en donde deben (pues o bien lo hacen separados de la acera -aproximadamente, medio metro-) o se pasan de ellas o no llegan, tampoco suelen darle al botoncito para que bajen de altura.Y digo que me sulfuro al ver a la gente que baja y cómo son ayudados por algunas personas para que no se caigan, al 70% de mis conciudadanos que padecen de las extremidades inferiores. Pues somos una colonia, Ciudad Pegaso, la mayoría personas mayores. En esta colonia no tienen excusa de poder parar en condiciones porque no suelen aparcar los coches en doble fila. Supongo que en otras líneas puede ocurrir lo mismo, y por lo tanto no sé para qué se han preocupado el señor alcalde y los demás en comprar estos magníficos autobuses de piso bajo si no ponen a sus conductores a punto para que los empleen en condiciones.-