Los partidos que renuncien a un "liberado" podrán quedarse con el 80% de su retribución

VIENE DE LA PÁGINA 1 Sánchez Turrillas, un parlamentario completamente volcado en su trabajo político, dimitió tras conocerse que seguía cobrando su sueldo en una sociedad pública del Gobierno foral (Riegos de Navarra), pese a que hacía tres años que no acudía a trabajar. Sánchez Turrillas dedicaba todo su tiempo al control de la tarea del Ejecutivo en dependencias parlamentarias, pero, al carecer de otros ingresos, seguía cobrando su salario, pero sin ir al despacho. Su caso hizo replantearse las cosas a los partidos navarros y la pasada semana las dos formaciones mayoritarias de la Cámara, UPN y PSN-PSOE, acordaron poner en marcha una fórmula proporcional que permitirá a los grupos parlamentarios disponer de un liberado a sueldo por cada cinco escaños, o fracción, obtenidos en las elecciones autonómicas. Reparto El aumento del número de parlamentarios profesionales no ha sido muy bien acogido por los demás partidos, fundamentalmente porque no fueron consultados antes y porque estiman que, más que una solución global al problema de fondo, es un método que beneficia sobre todo a las grandes formaciones, que tienen dificultades para desarrollar su responsabilidad institucional y encontrar representantes dispuestos a dedicarse por completo a la tarea política dejando sus actividades profesionales particulares. Con el citado reparto, que deberá ser refrendado después de las vacaciones parlamentarias por los órganos de la Cámara, UPN, que obtuvo 22 escaños en las elecciones autonómicas del pasado 13 de junio, tendrá derecho a cinco a un total de liberados a sueldo de la institución; el PSN-PSOE, con once representantes en la Asamblea, podrá designar a tres, y Euskal Herritarrok, que consiguió ocho escaños, a dos. Los demás grupos (Izquierda Unida, CDN y EA-PNV), que consiguieron en las urnas tres escaños cada uno, contarán con un solo liberado. Si bien el coste de los liberados pasará de los 37,8 millones de pesetas al año actuales hasta los 81,9 millones de pesetas cuando entre en vigor esta profesionalización de la Cámara, los socialistas pretenden recortar gastos por otro lado: reduciendo el número de parlamentarios asignados a las comisiones de trabajo, lo que supondrá un ahorro en las dietas de asistencia. Sin dietas La normativa acordada establece que los parlamentarios liberados no cobrarán dieta alguna por su asistencia a comisiones de trabajo, sesiones parlamentarias o actos vinculados al cargo dentro de la comunidad foral, si bien podrán seguir percibiendo las correspondientes dietas por sus desplazamientos a actos que se desarrollen fuera de Navarra. El aspecto más polémico del acuerdo es la posibilidad de que los partidos reciban directamente el 80% del salario bruto de referencia de un liberado si renuncian a designar el número máximo que les corresponde. Este extremo supondría que un partido pueda recibir unos cinco millones de pesetas anuales en sus cuentas si renuncia a designar a un liberado. Formaciones de la oposición dudan de la legalidad de este sistema para aportar fondos a los partidos, ya que estiman que puede tratarse de una financiación irregular.