Lisboa ignora la orden de Bruselas para que retire el veto al BSCH

El Gobierno portugués defenderá "hasta las últimas consecuencias" el veto impuesto al acuerdo entre el Banco Santander Central Hispano (BSCH) y el grupo financiero Champalimaud, según reconocieron ayer fuentes del Ejecutivo luso. De esta forma, el Gobierno de Lisboa parece dispuesto a no acatar la suspensión del veto a la citada alianza, decidida el pasado 23 de julio por la Comisión Europea, y cuyo plazo para obedecerla acabó ayer.

La Comisión Europea podrá solicitar al Tribunal de Justicia europeo la suspensión cautelar del veto, denunciar al Ejecutivo luso e imponerle serias sanciones económicas como las dictadas contra otros países comunitarios como Grecia y Francia.Aunque ninguna fuente oficial del Ministerio de Finanzas quiso revelar ayer el contenido de su respuesta a la Comisión Europea, fuentes del Ejecutivo luso aseguraron que Lisboa defenderá el veto a la alianza en el Tribunal de Justicia europeo, siguiendo las instrucciones del primer ministro, António Guterres. El Ministerio de Finanzas mantiene que el acuerdo no constituye una concentración bancaria, como han informado ambas compañías a Bruselas, sino un intercambio accionarial, lo que, a su juicio, no violaría las reglas comunitarias sobre la competencia y, por tanto, deja fuera del asunto al Ejecutivo comunitario

Normas prudenciales

Sostiene, además, que la alianza no ha respetado "las normas prudenciales" para la estabilidad del sistema financiero portugués, entre ellas, la información previa a las autoridades y la "gestión sana y prudente", una vez que la Inspección de Finanzas ha detectado diversas irregularidades en el grupo Champalimaud.Guterres ya reconoció que, si la Comisión no aceptaba las explicaciones de Lisboa, el contencioso sería llevado "sin dramatismos" hasta "los tribunales europeos mediante el consiguiente proceso contencioso administrativo". El jefe del Gobierno portugués explicó que consideraba "natural" que la UE recurriera ante el Tribunal Europeo para que Lisboa anulase su veto a la alianza hispano-lusa. "Cuando hay diferentes naturalezas jurídicas, es natural que se recurra a los tribunales", afirmó Guterres. El presidente luso añadió que "también Portugal va a procesar a la Comisión Europea por la prórroga del embargo contra las exportaciones lusas de carne bovina a causa de la enfermedad de las vacas locas". Las críticas al inmovilismo del Gobierno se suceden. El empresario Belmiro de Azevedo, a quien el Gobierno español paralizó la compra de la papelera Ence, considera el veto como "una mala interferencia de los poderes públicos".