El nuevo darwinismo
A quien piensa que la era de las máquinas inteligentes no es un nuevo humanismo, sino una progresiva esclavitud de los hombres a las máquinas, se le ha objetado siempre que se trata de un miedo reaccionario, (...) porque es siempre el hombre el que controla las máquinas. (...) Pero ahora, para reforzar nuestros miedos reaccionarios empiezan a llegar las nuevas reglas para un nuevo mundo de los teóricos de Wired, la revista-evangelio de los informáticos. (...) Son reglas muy semejantes a las de la New Age, una confusa religión laica que trata de reconstruir la unidad del mundo y de la cultura humana, desmembrada por la revolución tecnológica. (...) ¿Pero qué es la red? ¿Una información global al servicio del hombre para prever los efectos de sus innovaciones? (...) No. La red es una tela de araña que cubre todo el planeta. (...) No satisface exigencias y consumos necesarios del hombre, sino que crea otros nuevos que -aunque superfluos- forman el mercado. (...) El centro de la nueva filosofía es, por tanto, el flujo. Es decir, Darwin en red. Porque, ¿qué era la teoría de la evolución de Dar-win sino el descubrimiento de que había en el mundo una fuerza evolutiva que trascendía todo proyecto humano? (...) Ahora que la tecnología ha abreviado los plazos, este evolucionismo deviene obsesivo (...) Las ideologías del pasado tenían de bueno que para ellas el hombre era el centro. Las nuevas lo ignoran. Como mucho, asignan a la humanidad una función de hormiguero, de colmena: dejan que vuele en el enjambre., 2 de agosto
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