Plan para convertir el Baix Llobregat en una comarca turística

¿Hacer turismo en el Baix Llobregat? ¿Por qué no? Hace un tiempo, las instituciones del Baix Llobregat se plantearon estos interrogantes. La idea era dar un paso más para dejar atrás los estereotipos que siguen existiendo acerca de esta comarca: ciudades muy industrializadas, sin servicios y con habitantes que pasan sus ratos de ocio en Barcelona y sólo acuden a sus localidades para dormir. La reflexión ha cristalizado en la creación de un consorcio de turismo del Baix Llobregat que se ha marcado como objetivo elaborar un proyecto de desarrollo turístico. El objetivo tiene sus cimientos. Un reciente estudio de la Diputación de Barcelona calcula en más de dos millones de personas el número de potenciales visitantes que el Baix Llobregat puede atraer anualmente, entre excursionistas (1,2 millones) y turistas (890.000). El estudio señala que esta cifra de visitantes supondría unos ingresos de casi 13.000 millones de pesetas. El problema no es tanto de oferta como de ideas preconcebidas. El Baix Llobregat, por ejemplo, pese a su alto índice de urbanización, conserva espacios naturales de gran valor, como las reservas naturales del delta del Llobregat, cuya proximidad a Barcelona refuerza su interés ecológico y pedagógico: unos dos millones de personas viven a escasamente media hora en coche. También cuenta con una importante oferta cultural, como la cripta de la Colònia Güell, otra obra inacabada de Antoni Gaudí que atrae a más turistas japoneses que autóctonos, y rutas románicas y modernistas. Y bastantes kilómetros de playas. Si los atractivos existen, el problema es otro: darlos a conocer al potencial visitante, que ni sospecha de su existencia. El Consorcio de Turismo del Baix Llobregat, impulsado por el consejo comarcal y la Diputación, al que se han sumado ya 25 de los 30 ayuntamientos de la comarca y otras instituciones públicas y privadas, como la Cámara de Comercio de Barcelona, ya se ha puesto manos a la obra. El primer plan de trabajo consiste en limpiar y señalizar caminos agrícolas para acondicionarlos como itinerarios para excursiones.