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Un hombre de 28 años muere tiroteado en su casa de Tetuán

El asesino del industrial de Legazpi huyó en moto, según la policía

F. Javier Barroso

Madrid ha sido el escenario de dos homicidios en menos de 24 horas. El portero de una finca de la calle de la Infanta Mercedes (Tetuán) encontró ayer por la mañana el cadáver de un hombre de unos 28 años con dos balazos en la cabeza, según informó la Jefatura de Policía. Por otra parte, los agentes buscan una moto en la que supuestamente huyó el asesino del propietario de la empresa de transportes Agetrans, Francisco Javier Miró, muerto por un disparo a las once de la noche del viernes en Legazpi.

El portero del inmueble situado en la calle de la Infanta Mercedes, 105 llamó al Cuerpo Nacional de Policía alrededor de las nueve de la mañana. Al subir a cambiarse de ropa en una habitación del cuarto piso, el conserje se había topado con un cadáver en el rellano de la escalera, en la tercera planta. Al lugar acudió un coche de patrulla que confirmó su muerte. La Brigada de Homicidios se encarga desde ayer de investigar el móvil del crimen y de buscar a sus autores. La víctima presentaba dos heridas de bala en la cabeza. La Jefatura Superior de Policía aventuró ayer en una nota que la víctima tenía unos 28 años y nacionalidad ecuatoriana. El hombre tiroteado en su propia casa tenía permiso de residencia; llegó a Madrid hace sólo dos meses. La víctima vivía con una mujer y un niño, cuyo paradero se desconocía ayer. Las mismas fuentes policiales explicaron que el crimen podía deberse a un ajuste de cuentas. En el registro del domicilio, los agentes de policía encontraron 300.000 pesetas en metálico. La víctima tenía seis teléfonos móviles a su nombre. Cuando la policía revisó el cadáver y sus pertenencias, encontró cuatro teléfonos. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicará la autopsia. Ningún coche en la huida Por otra parte, la policía busca la motocicleta en la que supuestamente huyeron el asesino del industrial Francisco Javier Miró y un posible cómplice. El industrial murió el viernes a las once de la noche, media hora después de haber recibido un disparo en el cuello. Los agentes interrogaron la noche del crimen a los empleados de la compañía Agetrans y a los camareros de Marisquería Viguesa, contigua a la nave de Agetrans. La víctima acudió a este restaurante momentos después de ser atacado. Ninguno de los interrogados vio huir a los asesinos del industrial. La zona estaba bien iluminada. Estos testimonios han conducido a la Brigada de Homicidios a sospechar que el asesino y su cómplice escaparon en moto, según explicaron a este periódico fuentes de la investigación. La policía confirmó ayer que el industrial había sido asesinado por una única persona que entró en la nave industrial (situada en la calle del Hierro, número 8). Mantuvo una discusión con la víctima, tras la cual le disparó. Las primeras pesquisas apuntan a que la causa del homicidio se debió a un robo o a un ajuste de cuentas por deudas pendientes. El cuerpo de Francisco Javier Miró será incinerado esta mañana en el cementerio de Alcorcón, según explicó ayer un portavoz del Instituto Anatómico Forense. Ayer se le practicó la autopsia.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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