EL MÉDICO EN CASA Peligro de intoxicación

Dos son los problemas que a los responsables de la salud pública les preocupan en verano. Uno son los accidentes de tráfico; el otro, las intoxicaciones. De estas últimas, el delegado provincial de Salud de Sevilla, Francisco Javier Cuberta, asegura que "aunque se ha conseguido ya que los establecimientos públicos sean rigurosos en la manipulación de alimentos, falta que ese rigor lo tengan las familias". Y es que, a más temperatura, más peligro para los alimentos. Por eso hay que poner especial cuidado en su preparación y consumo. Las intoxicaciones en general, y las diarreas veraniegas en particular, se previenen conservando adecuadamente los alimentos en el frigorífico. Es muy importante procurar que el tiempo transcurrido entre su preparación y consumo sea el menor posible, con especial atención para los cocinados con huevo (mayonesas, tortillas, cremas pasteleras,... ). El experto en nutrición Pedro Pablo García Luna recuerda que, en verano, las mayonesas no deben tomarse "por ahí". Se aconseja lavar bien las verduras; lo correcto es echar unas gotas de lejía comestible en el agua y dejarlas en ella unos minutos. En cuanto a la fruta, lo mejor es pelarla. Los síntomas de las intoxicaciones son las diarreas y los vómitos. Su peligro radica en que, al perder el organismo gran cantidad de sales minerales y de agua, puede sobrevenir la deshidratación. Acudir al médico es lo mejor. Y al menor síntoma hay que imponerse una dieta para recuperar el agua y las sales perdidas. Los alimentos sólidos deben evitarse. Los líquidos (agua, infusiones) se beben en pequeñas cantidades, pero con frecuencia. Cuando uno se siente mejor, quiere decir que ha llegado el momento de tomar alimentos sólidos: se recomiendan, entre otros, sopa de arroz o zanahoria, yogur, leche mezclada con agua y pulpa de manzana rallada.