Humillación
De nada sirve que las normas (Constitucion, directivas de la Union Europea, etcétera) proclamen la igualdad si la publicidad se empeña en humillar a las mujeres presentándolas una y otra vez como amas de casa obsesas por la limpieza.En este momento, por ejemplo, unos grandes supermercados nos están bombardeando con un anuncio radiofónico en el que dos niños dicen temer a su madre porque ha comprado un lote de productos de limpieza que han rebajado, y en un tono irritante comentan que le ha dado fuerte y que no sólo limpiará la casa, sino que más tarde les frotará a ellos... Sucede lo que temían y una voz gritona les llama al baño.Me consta que muchas personas han llamado al super protestando, primero por el tono de los niños y la crítica a su madre, y además por presentar a la mamá como una histérica del detergente. Es probable que intervenga el Instituto de la Mujer, o debería, pero a veces estos mensajes se sufren sin que nadie se estremezca. Y lo cierto es que perjudican a las mujeres al atribuirles exclusivamente el papel de fregonas de la familia, tan irracionales que hasta friegan a sus hijos, quienes, a su vez, se ríen de su obse-
sión. Un ejemplo realmente indignante.- . .