Apocalipsis en Atlanta
Heridas en el pecho, la espalda y el abdomen, varias personas luchaban esta madrugada contra la muerte en varios hospitales de Atlanta. El alcalde, Bill Campbell, afirmaba que la de ayer era la "mayor matanza" en la reciente historia de Atlanta, cuyos Juegos Olímpicos ya fueron sacudidos por un atentado terrorista cuyo autor jamás ha sido detenido.El ambiente en la metrópolis de Georgia era apocalíptico. Tras los tiroteos en las dos oficinas bursátiles, la policía rodeó de inmediato la zona de Buckhead, uno de los más ricos y elegantes centros comerciales y de negocios del norte de Atlanta. Se provocó un monumental atasco de tráfico, mientras que los miles de empleados y clientes que intentaban huir aterrorizados del lugar debían superar los controles de las fuerzas de seguridad, que intentaban evitar que el sospechoso se les escapara.
Todas las cadenas de televisión norteamericanas comenzaron a transmitir en directo los acontecimientos sin ningún tipo de pausas publicitarias, un salto adelante en la cobertura de este tipo de sucesos que comenzó con la matanza de la pasada primavera en un instituto de Denver (Colorado). La tragedia de Atlanta se convertía en un espectáculo horrible que mantenía a decenas de millones de norteamericanos congelados delante de sus pequeñas pantallas.
