Mark Barton acaba con la vida de 12 personas en tres tiroteos
Antes de suicidarse, Mark Barton también hirió a otra docena de personas, varias de las cuales luchaban esta madrugada contra la muerte en diversos hospitales. Más tarde se supo que, antes de su asalto a las oficinas bursátiles, había asesinado a tres familiares suyos, probablemente su mujer y sus dos hijos, en una casa de Stockbridge, un suburbio residencial situado a unos 25 kilómetros al sur de Atlanta. Todo era dolor, angustia y confusión en la próspera ciudad de Georgia. "Hay un horrible montón de sangre por todas partes", dijo el alcalde Bill Campbell, visiblemente conmocionado por su visita a las oficinas asaltadas. A tenor de las declaraciones de los supervivientes, añadió el alcalde, el sospechoso actuó "angustiado por sus pérdidas financieras". Según las primeras reconstrucciones de la policía, un hombre blanco de rostro redondeado, cabello oscuro, con gafas y vestido con una camisa roja entró poco después de la hora del almuerzo en una oficina de inversiones en bolsa situada en el número 3500 de Piedmont Road, y, con calma y hasta humor, expresó a los empleados y clientes presentes su terrible enfado por la caída sufrida ayer por el índice Dow Jones de Wall Street. Acto seguido, sacó dos pistolas, de los calibres 45 y 9 milímetros, y comenzó a disparar a mansalva. Cuatro personas murieron de inmediato y otras varias resultaron gravemente heridas. El tirador, según informaron luego fuentes de la firma, era un veterano cliente de esa primera oficina de juego en bolsa, denominada All Tech Investment. Sediento todavía de sangre, el tirador se dirigió a otra oficina de bolsa situada en el edificio de enfrente, el número 3525 de Piedmont Road, y allí repitió su acto de delirio. Cinco personas murieron en el acto y otras resultaron seriamente alcanzadas por los disparos. Luego se dio a la fuga. La policía no tardó en identificar a Barton como el presunto autor de las matanzas en las oficinas, añadiendo que ya fue relacionado años atrás con un doble asesinato en el Estado de Alabama, el de su esposa y su suegra. Pero la tarde de Georgia, madrugada en España, no había apurado todavía su horror. La policía informó entonces que había encontrado otros tres cadáveres en una casa de Stockbridge, un suburbio de Atlanta. Tras una hora de dudas, los investigadores relacionaron a Barton con esa tercera carnicería y precisaron que se había producido antes de los asaltos a las oficinas de Atlanta y que las víctimas eran familiares del sospechoso. Poco después la policía adelantó que podrían ser la segunda esposa y los hijos, un chico y una chica, del criminal en fuga. Tras cinco horas de febril y masiva caza al hombre de Barton, descrito por la policía como "armado y extremadamente peligroso", los investigadores encontraron su cadáver en el interior de su monovolumen, un Aerostar verde de 1992. El vehículo se encontraba en un aparcamiento al aire libre del norte de Atlanta y, según el alcalde Campbell, Barton se había suicidado con una de sus dos pistolas.tras protagonizar "el día más triste en la historia contemporánea de Atlanta".
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