Aznar pide en Kosovo que se respeten las fronteras y se castiguen los crímenes

El presidente del Gobierno español se mostró ayer en Kosovo partidario del "mantenimiento de las fronteras, la convivencia multiétnica y que se castiguen los crímenes de guerra". "No habrá paz si hay impunidad", dijo José María Aznar. El presidente visitó el cuartel general de la Legión en el noroeste de Kosovo en una escala camino de Sarajevo, donde hoy asistirá a la conferencia internacional sobre el plan de estabilidad en los Balcanes.

Aznar fue recibido en el aeropuerto de Pristina, capital de Kosovo, por el general británico Michael Jackson, que está al mando de las fuerzas aliadas en esta provincia yugoslava bajo control de la comunidad internacional.La Legión española, desplegada en esta zona fronteriza con Serbia y Montenegro, garantiza a la población albanokosovar no sólo su seguridad, sino dos suministros básicos: luz y agua. "Con la llegada del frío, dentro de tres meses, la situación puede convertirse en dramática", afirmaba un oficial legionario que subrayó la urgencia de que llegue la ayuda.

Los incidentes armados son escasos -cuatro en el mes en que lleva desplegada la bandera de la Legión- pero la tarea de proteger y facilitar la reconstrucción es ingente. La base de las tropas españolas está a las afueras de Istok, en un aserradero. El contingente español en Kosovo y Macedonia está formado por 1.174 militares y 27 intérpretes y está integrado en la Brigada Multinacional Oeste, conocida como la brigada latina, ya que está integrada también por 3.750 italianos y 300 portugueses. Su zona operativa es la más complicada de los 1.900 kilómetros cuadrados que cubre la brigada latina, ya que tiene a su cargo un territorio fronterizo con Serbia. La zona de Istok está asegurada por el grupo táctico de la Legión, una bandera de casi 800 hombres, mientras otros 320 permanecen en Macedonia y 80 aseguran la coordinación con la brigada en el cuartel general de Pec.

Pese a la inclemencia del tiempo, el presidente del Gobierno, en el corto viaje en helicóptero entre Pristina e Istok, pudo ver los estragos de los bombardeos. A las seis de la tarde, se desplazó a Medjugorje para cenar con los mandos de las tropas españolas en Bosnia, a las que ya visitó en 1996. La gira de Aznar por Kosovo y Bosnia forma parte de su viaje a la capital bosnia de Sarajevo, donde hoy comienza la conferencia sobre el Plan de estabilidad para los Balcanes a la que asisten los jefes de Estado y de Gobierno del G-8 más el resto de la Unión Europea y todos los países de la región, con excepción de Yugoslavia.