_
_
_
_
Tribuna:verano 99
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La elección de película

A la hora de hacer la maleta fotográfica es fundamental elegir bien la película con la que se va a fotografiar y tener en cuenta la sensibilidad -desde 25 a 3.200 Asa-; no se pueden matar mosquitos a cañonazos. No es necesario, en principio, sacrificar la resolución utilizando películas de 400 u 800 Asa, porque se pierde definición -a mayor sensibilidad, menor resolución-, se aumenta innecesariamente el contraste, el grano aumenta y la línea de la separación de los colores no será nítida. Las películas de alta sensibilidad sólo son recomendables para circunstancias de escasez de luz, y, si es posible utilizar un trípode, mejor. Hay que tener en cuenta también la hora de fotografiar. No es lo mismo el amanecer o el atardecer, que el mediodía con el sol en el cénit y creando unas sombras horrendas. El amanecer tiende a tonos fríos y, sin embargo, serán cálidos al atardecer. Las sombras son maravillosas. Por contraste, el mediodía, cuando todo el mundo hace fotos, es el peor momento para fotografiar. Es mejor dejar la cámara a no ser que manejemos bien el flash. Contrariamente a lo usual, el flash sirve para modular las sombras cuando hay mucha luz cenital o de fondo. En las vacaciones, sin embargo, se puede elegir la luz , si es posible el atardecer, y dará una calidez al color si utilizamos película de alta resolución, esto es, de baja sensibilidad. Un descubridor de la luz como Pérez Siquier utiliza prodigiosamente la sensibilidad de la película para conseguir justo lo que quiere. Sabe comprimir los elementos de un fotograma para crear una atmósfera densa y cerrada. Nada es gratuito y se respira libertad creativa a raudales, como en esta huidiza foto realizada en 1962 en Tabernas (Almería), que permite verla muchas veces y cada vez inquieta más. Comentarios: pjulia@elpais.es

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_