Éticamente insoslayable
Es probable que esta carta no sea políticamente correcta, pero es éticamente insoslayable. ¿Por qué tanto duelo por la muerte de alguien que no fue sino un señor feudal, dueño de vidas y haciendas, que ha privado a Marruecos de un régimen de libertades democráticas, manteniendo en la miseria a una gran parte del pueblo marroquí -obligado a huir cruzando el Estrecho en las condiciones que todos conocemos- y negando al pueblo saharaui su identidad como nación? No lo entiendo, y si lo entiendo es peor. Son estos dos pueblos, el marroquí y el saharaui, los que merecen condolencias y respeto por un pasado negro, y también el deseo de esperanza para un presente y un futuro mejores.- .
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