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Los retos de Marruecos

Los reinados largos acaban muchas veces en la arbitrariedad, el desorden o el inmovilismo. Hassan II ha ahorrado a los suyos tal naufragio. (...) El difunto monarca ha sabido concluir su reinado sin sucumbir en excesos autocráticos. (...) Esta no es la menor de las paradojas de un hombre que mantuvo con mano de hierro su reino durante mucho tiempo. Su inteligencia política, su habilidad, su pragmatismo y su doble pertenencia cultural a Occidente y Oriente le hicieron entender que tenía que liberalizar su reino para garantizar su permanencia. Así, lega a su sucesor un país donde la democracia (...) puede enraizar, En el que las libertades públicas (...) se consolidan poco a poco y la justicia refuerza su independencia, en el que la descentralización se convierte en un hecho y las cárceles ya no encierran presos políticos. Un país al que su rey ha hecho respetar en la escena internacional. Haciendo la guerra cuando se trataba de defender el carácter marroquí del Sáhara, (...) o preconizando la paz (...) cuando logró que el mundo árabe aceptase la legítima existencia de Israel. (...) Pero el soberano ha tardado en emancipar a Marruecos. (.:.) Se olvidó durante mucho tiempo del pueblo, que quedó abandonado a su miseria. La modernidad de cara. a los dirigentes no beneficia a los pobres. Son muchos los marroquíes que no tienen acceso al agua o que carecen de servicios médicos, muchos los analfabetos y los parados. (...) El paro abona un islamismo integrista hasta ahora hábilmente contenido, pero que está al acecho. Mohamed VI tendrá que asumir estos duros retos económicos y sociales. (...) , 26 de julio

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