Un ex luchador de EEUU logra el control del partido de Perot
El multibillonario tejano Ross Perot, el hombre que logró el 19% de los votos en EEUU en las elecciones presidenciales de 1992, acaba de perder el control del Partido de la Reforma, el que él ayudó a crear con su propio dinero como alternativa al bipartidismo tradicional estadounidense. El polémico gobernador del Estado de Minnesota, el ex profesional de lucha libre Jesse Ventura, ha conseguido colocar en la presidencia del partido en la convención nacional a uno de sus hombres, John Gargan.
La ascendente carrera política de Ventura se topa ahora con un reto: transformar el Partido Reformista -que no dejaba de ser un grupúsculo- en una organización capaz de competir en todas las elecciones y poner en solfa el bipartidismo. Para ello, Ventura puede contar con una ayuda extra: 12.600 millones de dólares de dinero federal que corresponderían al partido debido a los resultados electorales de Perot en 1996.Varios republicanos conservadores, como el senador Bob Smith, o el antiguo gobernador independiente de Connecticut, Lowell Weiker, están considerando la posibilidad de unirse al Partido de la Reforma.
Tras tres días de convención nacional, el gran momento llegó cuando los 400 delegados eligieron al presidente de la formación. Ventura logró el 61% de los votos para su cantidato, John Gargan, frente a Patricia Benjamin, una aliada de Perot. Una de las primeras decisiones de Gargan fue trasladar la sede del partido de Tejas, donde vive Perot a Florida, desde donde considera pueden lograr mayor influencia en los Estados sureños. Gargan arremetió contra los fontaneros de Perot, a los que acusó de inmovilismo, delante de una multitud entusiasta vestida con camisetas con su nombre. "Esto no es sólo lo mejor que le ha podido suceder al partido, es lo mejor que le ha podido pasar a todo el movimiento del tercer partido". Y en referencia a Ventura, y a su pasada victoria en la elección a gobernador de Minnesota, dijo: "Ha logrado reventar para siempre la vieja mentira de republicanos y demócratas de que el voto para un tercer partido es un voto perdido".
La elección de Gargan hace casi imposible la posibilidad de que Perot sea el candidato del partido en las presidenciales de noviembre del próximo año. "No creo que Perot vuelva a intentar la candidatura", vaticinó Richard McCluhan, presidente de los reformistas del Estado de Minnesota y estrecho aliado de Ventura.
La decisión sobre quién será el candidato en las elecciones presidenciales del 2000 deberá tomarse el próximo año.
Perot logró como independiente un sorprendente 19% de los votos en las elecciones presidenciales de 1992, robándole gran parte de las posibilidades de victoria a George Bush, que perdió frente a un joven y poco conocido gobernador del Estado de Arkansas, Bill Clinton.En su segundo intento, los votos de Perot descendieron al 8% en 1996. Ventura y sus aliados consideran -y así lo han repetido durante los tres días de la convención- que una tercera vez perjudicaría los resultados del partido y dañaría la batalla contra el bipartidismo.
"Igual que a todos los líderes políticos, a Perot le ha llegado el momento de adoptar un papel de apoyo en la banda... Es hora de que se haga a un lado", declaró Ventura a la cadena de televisión NBC. Aun así, Ventura no dejó de insistir en su respeto por un Perot que "creó y desarrolló el partido".
El profesor Allan Lichtman, experto en elecciones y política presidencial de la Universidad Americana de Washington, aseguró que el Partido Reformista necesita recuperar su unidad si quiere, como mínimo, igualar el último resultado electoral. Además, esta agrupación tendrá que buscar a "una figura carismática" para los comicios del 2000, informa Efe.
Ventura no se quiere mezclar en la carrera presidencial. "De ninguna manera", respondió cuando le preguntaron si aspiraba a consolidar su sorprendente carrera política con una apuesta por la Casa Blanca. El ex luchador, que afirma que se debe a Minnesota, apoya al ex gobernador de Connecticut Weicker. Pero en el congreso se mencionaron más nombres, como al senador John McCain, quien intenta lograr la candidatura presidencial por el Partido Republicano, e incluso al millonario Donald Trump.
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