El fiscal pide que se lea el reglamento de la Fundación Melvin, de Conde

El fiscal Javier Sánchez Junco solicitó ayer que entre los documentos a leer en el juicio oral se encuentre el reglamento de la Fundación Melvin, domiciliada en Liechtenstein, en la que participan con el 25% cada uno Mario Conde, Arturo Romaní, Mariano Gómez de Liaño y Francisco Javier Sitges. La comisión rogatoria que trajo a España el reglamento de la Fundación Melvin y sus movimientos en la Banque Cantonale Vaudoise (BCV) llegó a mediados de junio y se está traduciendo.Ayer comenzó la llamada fase documental del caso Banesto, en la que tanto las acusaciones como las defensas dejan constancia de aquellos documentos que desean reproducir explícitamente en el juicio oral, sea mediante lectura o, simplemente, a través de su mención puntual para conocimiento del tribunal y de las partes. La lectura o mención expresa de los documentos tiene por objeto que todas las partes puedan ejercer su derecho a la contradicción.

El fiscal Javier Sánchez Junco solicitó, entre una larga lista de documentos, la lectura de las declaraciones del testigo Paolo Gallone, realizadas en Lausana, el 6 de febrero de 1996 y el 24 de septiembre de 1997. En la primera de ellas, Gallone, abogado y administrador de las sociedades de la trama suiza de Mario Conde, reveló que las empresas instrumentales Asni Investments, Jamuna y Kaneko fueron creadas siguiendo instrucciones de Mariano Gómez de Liaño y de Francisco Javier Sitges.

Según Gallone, los dos fueron los propietarios de las tres sociedades. Más tarde, tras una visita de Conde a su despacho en Lausana, en noviembre de 1990, Gallone destinó Kaneko a servir de sociedad holding para canalizar el patrimonio del entonces presidente de Banesto.

En su segunda declaración, Gallone dijo que la financiación de las operaciones hechas por las sociedades suizas se hizo en la Banque Cantonale Vaudoise (BCV) para lo cual varias fundaciones domiciliadas en Liechtenstein ofrecieron sus patrimonios como garantía. Una de esas fundaciones es la Fundación de Familia Melvin, en la cual, según Gallone, figuran como beneficiarios Conde, Romaní, Gómez de Liaño y Sitges. Los cuatro socios de la Fundación Melvin han dicho en el juicio oral desconocer dicha fundación y negaron cualquier vinculación con ella.

Sin embargo, esta actitud tuvo un quiebro cuando, Francisco Javier Sitges, recurrió en Suiza, primero ante el Tribunal Cantonal y luego ante el Tribunal Federal, la entrega de los documentos de Melvin a España con el argumento de que era uno de los beneficiarios de la fundación disuelta en febrero de 1994.