El Gobierno plantea prohibir el paso de mercancías peligrosas por 8 puertos El texto de Transportes se ha cerrado con más de un año de retraso

VIENE DE LA PÁGINA 1 El informe del Departamento de Transportes constata que Vizcaya presenta el mayor tráfico "tanto por las [mercancías peligrosas] que se producen o consumen en las numerosas empresas del terrtorio, como las que lo atraviesan aprovechando la conexión entre las autopistas A-8 y A-68". En esta provincia se localiza el tramo más conflictivo de toda Euskadi, en la A-8, entre el puente de Rontegi y el acceso a la A-68, donde se registran las mayores cargas por tramo de toda la comunidad autónoma vasca. [Otro estudio elaborado recientemente por el Gobierno vasco concluye que diez camiones cargados con mercancías peligrosas transitan cada hora por la A-8, el 80% de ellos cargados con productos derivados del petróleo]. Álava es el territorio que soporta el menor paso por sus carreteras de este tipo de transporte aunque el estudio destaca que se concentra en sus cuatro vías principales: la autopista y las carreteras generales N-I, N-240 y N-622. En Guipúzcoa, la afección se situa en un nivel intermedio, pero el elemento negativo más destacado es la ausencia de itinerarios alternativos, "ya que muchas de las empresas de este territorio se ubican en los valles de Deba, Urola y Oria, que disponen de una única vía de comunicación". Cambios El estudio del Ejecutivo plantea cambios en el actual mapa del transporte de mercancías por carretera, que sigue la línea de Ontón (Cantabria), Santurtzi, Barakaldo, Bilbao y hacia Álava por la A-8 y la A-68. El acceso a Guipúzoca se efectúa también por la A-8, siguiendo el recorrido Galdakao-Amorebieta-Durango-Eibar. La primera recomendación es desviar el tráfico de mercancías peligrosas de Madrid a Francia por las autopistas y que la circulación de San Sebastián a Vitoria se realice por la N-I "para liberar el enlace de la carretera BI-625 entre las dos autopistas". La propuesta del documento pasa por potenciar el uso de los autopistas para este tipo de transporte y evitar su paso por los más importantes puertos de montaña del País Vasco. Así, se recomienda que el tráfico de San Sebastián y su comarca con destino a Pamplona, Zaragoza y Barcelona circule por la A-15; que se utilice la A-68 en vez del puerto de Herrera y la A-8 en sustitución de los puertos de Barazar, Urkiola y Orduña así como la N-I y la A-15 como alternativa a los puertos de Azpiroz y Lizarrusti. También se considera más seguro usar el puerto de Azaceta en vez del de Opacua y el de Kanpazar frente al de Elgeta. "Se aconseja la colocación de señales giratorias o pórticos luminosos que restrinjan puntualmente la circulación de mercancías peligrosas en ciertos tramos con tendencia a sufrir nevadas y heladas, como la A-68 en su trazado alavés, la N-622, el puerto de Azaceta o la A-15", añade el informe. El mapa de mercancías peligrosas recomienda otras medidas complementarias, como la prohibición de este tráfico en municipios que dispongan de circunvalación, o la prohibición del adelantamiento a los camiones en túneles sin trayectos alternativos. El documento de la consejería de Transportes aboga además por resolver los casos concretos de transportistas "cuyo paso por una vía restringida sea inevitable" mediante la expedición de permisos especiales e invita a incluir los resultados del estudio en el diseño de nuevos planes de carretera, "ya que pasarían a ser un parámetro más en la elaboración de los citados planes, complementando a los factores que se manejan en la actualidad, como reducción de puntos negros, accesibilidad, integración urbana o niveles de servicio". Las materias peligrosas se definen en el informe como todo producto dañino o perjudicial que, durante su fabricación, manejo, transporte, almacenamiento o uso, puede generar o desprender polvos, humos, gases, vapores, radiaciones ionizantes o fibras infecciosas, así como elementos irritantes, inflamables, explosivos, corrosivos, asfixiantes y tóxicos u otros componentes con posibilidades de lesionar la salud de las personas que entren en contacto con ellos, o que puedan causar daños en instalaciones, vehículos y edificios. El número de materias peligrosas es muy amplio y algunos manuales llegan a incluir más de 12.000 sustancias. Su proliferación ha ido unida al desarrollo económico, ya que son necesarias para purificar aguas, la alimentación y la higiene humana. La no disposición de cloro, por ejemplo, significaría un incremento espectacular de las infecciones.