EH sopesa apoyar al PNV en Álava para forzar el voto de los socialistas a Rabanera

Lo que los nacionalistas no han conseguido en Vizcaya ni Guipúzcoa, un pacto entre PNV, EA y Euskal Herritarrok, podrían lograrlo en Álava. La marca electoral de HB sopesa apoyar al candidato peneuvista a la Diputación, Félix Ormazabal, a pesar de que no suman votos suficientes para gobernar. La estrategia abertzale tiene como objetivo forzar a los socialistas a que cumplan su palabra de votar al candidato del PP, Ramón Rabanera, si fuese necesario.

La maniobra de acercamiento de Euskal Herritarrok a la coalición nacionalista tendrá un fruto más bien estéril, porque no impedirá que Ramón Rabanera, presidente del Partido Popular en Álava, sea investido diputado general el próximo martes. Después de dos días de debate (lunes y martes), será elegido previsiblemente con 27 votos, los de PP, PSE y Unidad Alavesa. Inmediatamente después, los socialistas pasarán a la oposición, con lo que dejarán al PP y UA en minoría (18 junteros en una Cámara de 51). El acuerdo entre las tres formaciones nacionalistas tiene connotaciones diferentes a las negociaciones que mantienen en las otras dos provincias. EH pretende entrar en los gobiernos forales de Vizcaya y Guipúzcoa, algo a lo que la coalición nacionalista se niega por ahora. En Álava el acuerdo es más viable porque en ningún caso tendría como resultado un Ejecutivo nacionalista. PNV (12 junteros), EA (4) y EH (6) suman 22 votos. Con ellos pueden conseguir, a lo sumo, obligar a que se produzcan dos vueltas en la votación para el diputado general de Álava. Si el PSE se abstiene en la primera votación, debería darse una nueva ronda, en la que los socialistas votarían a favor de Rabanera. Representantes de las tres formaciones nacionalistas se reunieron ayer por la tarde y, aunque no cerraron ningún acuerdo, continuarán las negociaciones en las próximos días con la intención de alcanzar un pacto para la votación en la investidura. Los junteros de EH han mostrado una "disposición total". Pacto con UA Rabanera, mientras tanto, explicó ayer los términos de su pacto con UA. El acuerdo dará, como resultado inmediato, un puesto para el líder foralista Pablo Mosquera en el Gobierno foral. Pero puede servir como punto de arranque para una futura alianza entre estos dos partidos, para las elecciones generales del año próximo. Aún queda por ver mediante qué fórmula. "El tiempo dirá lo que puede pasar", dijo Rabanera. El PP, que gobernará en minoría, empieza a hacer gestos hacia los nacionalistas. Aunque Rabanera aseguró que tenderá la mano "primero a los socialistas", se explayó en realizar una primera oferta al PNV. Anunció que el Partido Popular "no va a arrinconar a las opciones nacionalistas" y pidió a Félix Ormazabal "que sea leal como lo ha sido el PP en estos dos últimos años", en que le apoyó desde la oposición en la aprobación de los grandes asuntos económicos. Ramón Rabanera cree imprescindible el apoyo del PNV para acordar el nuevo Concierto Económico del año 2001 y anima al partido que ha gobernado los últimos 20 años en Álava a que "después de los piques y calentamientos postelectorales, el sentido común entre en la política de las Juntas Generales y del PNV". De lo contrario, pronostica Rabanera, "si tomara una postura de radicalidad sería castigado incluso por quienes le han votado". El presidente del PP en Álava, tras su elección como diputado general, designará el próximo miércoles a los ocho miembros de su equipo y, en principio, tomará posesión el jueves. En el Gobierno foral entrará el recién nombrado vicepresidente primero de la Mesa de las Juntas, Alfredo Marco Tabar, quien en los últimos años había ejercido como portavoz popular en el Ayuntamiento de Vitoria y cuya no designación como candidato a la alcaldía causó sorpresa. Marco será diputado de Presidencia, una cartera nueva, aunque para ello tendrá que dejar su cargo.