Que vivan dignamente
Me refiero a la carta de Jaime Taylor titulada Equilibrio, publicada el 16 de julio. Como él, soy muy sensible a la difícil situación de los inmigrantes rumanos. Pero su presencia crea problemas para los barrios de Madrid donde ellos establecen campamentos provisionales.El sábado 17 de julio, un gran número de inmigrantes desalojados de Malmea subieron al Parque Norte, al lado del hospital La Paz.
El espectáculo fue abrumador -parecían ser centenares de personas que aparcaron sus camionetas y tomaron literalmente una esquina del parque, desplegando sus enseres, procediendo a lavar su ropa, a bañarse, a comer y a secar sus ropas sobre el césped. Montaron hasta una barbería.
Decenas de niños pequeñitos se bañaban en las sucias aguas del estanque del parque. Cuando elpersonal de Protección Civil y la policía les sacaron del parque, dejaron atrás montañas de basura, bolsas de ropa, excrementos y todo tipo de comida esparcida por la hierba. No fueron galletas y leche, sino grandes trozos de panceta, raspas de pescado y mondas de fruta.
Desde hace tres años vienen al Parque Norte pequeños grupos de inmigrantes para vivir durante el verano. Eligen las zonas donde hay fuentes. No ensucian, pero ocupan lugares públicos que no están preparados para ser campamentos. Aparcan sus camionetas delante de la piscina municipal de Monforte de Lemos, cocinan, duermen, defecan y hacen desagradable para los vecinos del barrio disfrutar del polideportivo y del parque. También mendigan.
Todas estas personas tienen camionetas matriculadas en España. Parecen tener dinero y se les ve comprando en el supermercado de La Vaguada.
Deseo lo mejor para ellos, pero también deseo que estén alojados donde pueden vivir con algo de dignidad y que permitan a los vecinos del distrito de Fuencarral recuperar los espacios destinados a paseos, deporte y disfrute de las zonas verdes.-
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