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Una firma jiennense vende complementos de moda en todo el mundo De Linares... a la Quinta Avenida

EMPRESAS» A. LeyvaPara convertir algo en realidad, Antonio Leyva tiene muy claro que basta con "tener fe, creer en el producto". Eso es lo que le hizo colocar el elemento estrella de su negocio, los cinturones de piel para caballero, en tiendas como Barneys o Paul Stuart, en la Quinta Avenida de Nueva York. Pero hasta llegar a las tiendas de la avenida neoyorquina, a los almacenes Harrods de Londres o a los parisinos Campos Elíseos hubo de recorrer un largo camino. El principio de los tiempos para la empresa A. Leyva se encuentra en un negocio familiar, una sastrería de Linares (Jaén) donde se confeccionaban trajes a medida para caballero. El pequeño negocio de familia funcionaba bien, así que era cuestión de planear una diversificación de la oferta para ampliar el número de consumidores y darle forma, de paso, a un proyecto empresarial que la única perspectiva que contempla es seguir creciendo. Sin dejar de ser un taller textil, Leyva se inició en los complementos masculinos. Primero llegaron las corbatas de diseño y, más tarde, los cinturones de piel, el emblema de la firma, que pasean el nombre de la familia, grabado en la hebilla, por más de una veintena de mercados internacionales. "Se ha hecho un producto a base de trabajo y calidad", comenta el director de la empresa, desatendiendo incluso las campañas de marketing. "El consumidor es nuestra mejor propaganda", dice. Lo de hacer cinturones no fue algo aleatorio. Hasta hace un par de décadas, los complementos en la moda masculina constituían un accesorio al que no se prestaba demasiada atención. Por eso, Leyva se planteó "dar al mercado un producto de calidad que no existía, con el afán de otorgar al complemento la importancia que hoy en día todo el mundo reconoce". Como la imagen corporativa dice bastante en cuestiones de estilo de marca, la empresa familiar cambió, allá por la década de los 80, su propuesta de taller por la de una factoría, situada a las afueras de Linares, donde se creó un "complejo industrial", rodeado de jardines y con espacio para el tiempo libre. Para el propietario, esta circunstancia convierte a las instalaciones de la empresa en "una de las más agradables y productivas de Europa". A diario trabajan para la firma un centenar de personas, entre empleados directos e indirectos, en una planta de 1.000 metros cuadrados. No obstante, la fábrica, en la que se elaboran los cinturones, supone sólo una parte del negocio, porque Leyva dispone además de siete tiendas de confección multimarca, en la que se venden productos textiles de todo tipo y, obviamente, los cinturones. De otro lado, el crecimiento constante que ha seguido el negocio familiar desde la sastrería hasta ahora, obliga a introducir nuevos elementos. Por eso se ha iniciado una línea de marroquinería y se pretenden abrir nuevas brechas, como la colección de complementos dirigidos a las mujeres. Está en construcción una nueva fábrica, de más de 2.500 metros cuadrados, donde se incorporarán nuevas tecnologías para el diseño y la elaboración de los productos base de la marca. Esto permitirá, según el titular de la firma, "prepararse para afrontar con éxito los nuevos retos de mercados como el de México y América del Sur, nuevas colecciones como Leyva Mujer y poder contar con una dimensión empresarial más fuerte y acorde al próximo siglo". El centenar de empleados con que cuenta la empresa no es un dato cerrado. Antonio Leyva señala que la plantilla se encuentra en permanente expansión, lo mismo que la propia firma. Por cierto que la formación artesanal de los trabajadores corre por cuenta de la casa que, ahora, está introduciéndolos en el uso de nuevas tecnologías, sin perder el referente de que se trata de un producto de calidad con sello artesano. A fin de cuentas, su producción del año pasado, sólo en cinturones, ascendió a medio millón de unidades de las que un 30% se destinaron a la exportación, un campo que, tal como se planifica el futuro, no se detendrá. Años atrás, el grupo trazó una red de distribución internacional en la que, ahora mismo, actúan unos 30 representantes, importadores y distribuidores. Es posible comprarse un cinturón elaborado en Linares en Japón, Holanda o Arabia Saudí. Además de los puntos de la Quinta Avenida, Londres y París. Para el futuro inmediato, contarán con tiendas en régimen de franquicia y seguirán presentes en ferias internacionales. CONCHA ARAÚJODirección A. Leyva S.A. Prolongación Avenida de España S/N. Linares (Jaén). 953 690 922 Empleos 100 (directos e indirectos) Facturación 500.000 unidades anuales Producción Complementos de moda Una nueva fábrica contará con nuevas tecnologías para el diseño y elaboración de los productos

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