PAUL ORTEGA DIRECTOR DE UNESCO ETXEA "Se oye demasiado a los políticos y poco a la sociedad civil"
Paul Ortega (Bilbao, 1967), director del Centro Unesco País Vasco-Unesco Etxea acaba de ser elegido en Ekitarenburg (Rusia) el primer presidente europeo de la Federación mundial de asociaciones, clubes y centros Unesco (FMCU), que agrupa a 5.000 ONG de los cinco continentes. Ortega, que se ha convertido en el presidente más joven de esta red mundial, justifica su elección, que apoyaban la confederación española y la federación catalana de clubes Unesco, "en el programa que he presentado". Una mayor participación de los jóvenes en la red de clubes Unesco y la modernización de esta confederación son los objetivos prioritarios que tiene para los próximos cuatro años en el cargo. Pregunta. ¿Qué supone el cargo de presidente de la Federación mundial de clubes Unesco? Respuesta. Es un gran reto y una oportunidad de dinamizar la Federación mundial de clubes Unesco, que agrupa a 5.000 ONG. Hay que modernizar la federación, cambiar su estilo rígido, y propiciar la creación de clubes Unesco en América Latina, África anglófona y Asia. Esta federación mundial es la conexión de Unesco con la sociedad civil. Para Unesco Etxea, que seguiré dirigiendo, supone también un salto importante en el campo internacional y la posibilidad de contactar con otras organizaciones del mundo. P. Va a ser el primer presidente europeo de la FMCU, ¿es que la Unesco sigue la tendencia de la ONU de elegir presidentes no europeos? R. A veces se piensa que un presidente va a desarrollar más su región y se ha intentado romper con las perspectivas eurocéntricas y occidentales pero tanto Unesco como yo tenemos una perspectiva multicultural y planetaria. Yo no voy a realizar una gestión europeísta. P. En 1991 se creó la Asociación de Amigos de la Unesco, que fue la semilla de la actual Unesco Etxea, y ahora acaba de ser elegido presidente de la FMCU, ¿a qué se debe esta evolución? R. La fundación Novia Salcedo promovió en 1991 la asociación de Amigos de la Unesco, que quería llenar un hueco. Había una carencia de organizaciones con dimensión internacional. Además, quería conectar a la sociedad vasca con el trabajo de la Unesco en el campo de la educación, la cultura, la cooperación entre pueblos y el medio ambiente. Con los años hemos conseguido ser un centro con estatus de relaciones oficiales con la Unesco y creo que se debe a la buena conexión que ha habido desde el principio con la Unesco y con su director general, Federico Mayor Zaragoza. P. ¿Qué opina del asociacionismo vasco? R. Hay un clara vocación de asociacionismo en el País Vasco pero es insuficiente. Todavía hay una carencia de organizaciones que estén conectadas con otros países, en redes internacionales, y tengan una dimensión planetaria. Es necesario que haya ONG que articulen discursos y propuestas de la sociedad civil y las hagan valer. Hay pocas organizaciones capaces de dar explicaciones a los problemas y propuestas constructivas. P. ¿Es partidario de profesionalizar las ONG? R. Sí, pero manteniendo su base social y su carácter sin ánimo de lucro. Los retos que tienen hoy las ONG no se resuelven reuniéndose dos horas a la semana. Hay que tener un discurso muy pensado y argumentado y llevar la opinión de la sociedad civil a los foros de decisión. Como presidente de la Federación mundial de clubes Unesco, voy a luchar para que las federaciones estén presentes en las cumbres internacionales. P. ¿Cómo ve el proceso de pacificación en Euskadi? R. El proceso de paz tiene que integrar a todos los elementos de la sociedad, hay que hacer una reflexión conjunta sobre la historia del País Vasco y de España, sobre todo en lo que respecta a los capítulos violentos. Tiene que haber una línea de trabajo de la sociedad civil, que está poco presente en este proceso. Es ensordecedor el ruido que meten los políticos en comparación con el susurro de la sociedad civil. P. ¿El Centro Unesco va a realizar alguna actividad en este sentido? R. El año 2.000 ha sido declarado por las Naciones Unidas Año internacional de la cultura de la paz y desde Unesco Etxea vamos a impulsar una campaña propia. Hay que trabajar la paz en el País Vasco saliendo de la perspectiva local y mirando al mundo.
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