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El Gobierno da un aviso a Arenas por la mala gestión de los pactos

Luis R. Aizpeolea

El Gobierno dio ayer un aviso al secretario general del PP, Javier Arenas, por la mala gestión de los pactos poselectorales, que ha supuesto a los populares la segura pérdida de Baleares y la probable de Aragón, así como la de Melilla y otras muchas ciudades, sobre todo en Galicia. Su portavoz, Josep Piqué, pidió una "reflexión" a las organizaciones regionales del partido y, en concreto, descalificó por "inconstitucional" la oferta de Arenas a Unió Mallorquina de dar rango de "nacionalidad histórica" al archipiélago balear.

Josep Piqué reflejó ayer, tras el Consejo de Ministros, el malestar del Gobierno por la mala gestión que el PP ha hecho de los pactos poselectorales en algunas comunidades. Más allá de la conocida doctrina oficial sobre la "voracidad socialista de poder" y de su "incoherencia al pactar con partidos que defienden la autodeterminación", que el portavoz reiteró, el Ejecutivo que preside José María Aznar cree que los populares han gestionado mal algunos pactos poselectorales. "Cada organización regional debe hacer su propia reflexión sobre por qué en algunos ámbitos se han producido pactos anti-natura", dijo Piqué.

El portavoz no descendió a los detalles, pero no cabe duda de que se refería a Baleares, donde el PP ha perdido el Gobierno por un acuerdo entre el PSOE y cinco pequeños partidos, la mayoría nacionalistas; a Galicia, donde la alianza de los socialistas con el Bloque Nacionalista Galego le ha quitado numerosas alcaldías; a Melilla, donde el GIL y otros grupos también le han desalojado, y a Aragón, donde el PSOE y los regionalistas le han arrebatado las tres diputaciones y quizá el Ejecutivo.

Tal proliferación de desastres apunta por vez primera al secretario general, Javier Arenas, elegido en enero. En el equipo gubernamental existe una sensación general de que ha cuidado bien la imagen del partido, pero ha descuidado el trabajo interno.

Ciertamente, Piqué trató de salvar del ataque a Arenas, pero no pudo evitar un reproche cuando se le pidió una explicación por la oferta que éste hizo a Unió Mallorquina de otorgar a Baleares el rango de "nacionalidad histórica" para amarrar un pacto finalmente fallido. Así, la descalificó al afirmar que, según la Constitución "sólo hay tres nacionalidades históricas": Cataluña, Euskadi y Galicia.

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