El PP renuncia a presentar a su candidato en Aragón hasta que consiga apoyos suficientes
La última comunidad autónoma pendiente de pactos está muy cerca de caer también en manos del PSOE. La mayoría de la ejecutiva del Partido Aragonés (Par), que con 10 diputados tiene la llave en esa región y que hasta ahora gobernaba con el PP, se decanta por cambiar de aliado y apoyar al candidato socialista, Marcelino Iglesias. Ante esta perspectiva, los populares forzaron ayer una prórroga hasta el lunes y evitaron así, de momento, que su candidato, Santiago Lanzuela, actual presidente, se tuviera que enfrentar a una investidura que se da por perdida. El PP intentará convencer al Par antes del lunes.
La situación política en Aragón se complica por momentos, y casi todos los partidos parecen dispuestos a agotar los plazos. Cuando todo parecía indicar que ayer, en la Junta de Portavoces convocada para las seis de la tarde, el PP renunciaría a presentar a Santiago Lanzuela como candidato a la investidura, esa junta no llegó ni siquiera a producirse. Durante la reunión de la Mesa, que precedía a la de los portavoces, el PP pidió, y obtuvo, una prórroga hasta el lunes, último día según el reglamento para convocar un pleno de investidura. José María Mur, líder del Par y presidente de la Cámara gracias a los votos de PP y PSOE, aceptó esa solicitud de los populares. Con ello les da una última oportunidad para tratar de lograr un apoyo de esos regionalistas, que tienen la clave del Gobierno.El lunes será ineludible nombrar un candidato para la presidencia de Aragón, que se someterá a una votación de investidura esa misma semana. Si no obtiene el respaldo suficiente, habrá un nuevo plazo de 10 días para nombrar un segundo candidato. Mur explicó ayer que ha tomado esta decisión de prorrogar la eleccíón hasta el lunes "por razones políticas", ya que ningún grupo ha obtenido los respaldos suficientes.
"Humillación"
Los populares quieren evitar a toda costa lo que ellos mismos califican de "humillación" para Lanzuela: presentarse a un pleno de investidura y salir derrotado. Pero la situación es complicada, porque eso es precisamente lo que pretenden desde el Par. En el PP aseguran, aunque no en público, que el Par desea ese pleno de investidura para "vengarse" de alguna manera de lo que entienden ha sido un maltrato por parte de Lanzuela hacia ese partido durante los últimos cuatro años, en los que han gobernado juntos.Para justificar la actitud del Par, desde el PP también argumentan que la última caída electoral de los regionalistas -que han pasado de 14 a 10 dipu-tados- les hace pensar que si el PP pasa a la oposición podría perder votos, que irían a parar con toda probabilidad al Par.
Los regionalistas justifican este claro enfrentamiento entre el PP y ellos de manera muy distinta. Los portavoces del Par hablan de los incumplimientos del PP e incluso llegan a decir que parece que los populares hayan "dado por perdido" el Gobierno de Aragón.
Los regionalistas parecen decantarse por entrar en un gobierno con los socialistas. Pero están muy preocupados por cómo explicar este cambio -de gobernar con el PP a hacerlo con el PSOE- a sus votantes, y para ello quieren cuidar mucho los tiempos, y la escenificación pública. Por tal motivo, explican ellos, pretenden que Lanzuela, como candidato del partido más votado, se enfrente a un debate de investidura y lo pierda. De esta manera quedaría claro lo que el PP ofrece, y los ciudadanos podrían ver que el Par no puede aceptarlo, según aseguran desde este partido regionalista. Y luego sería más fácil de entender que esta formación apoyara a los socialistas. Ambos grupos suman 33 diputados, uno menos que la mayoría absoluta, pero el único diputado de IU ya ha garantizado que apoyará la investidura del socialista Marcelino Iglesias.
El Par quiere alargar los trámites, y de hecho no acaba de cerrar la puerta al PP. El pasado miércoles le ofreció lo que parecía una salida: que el presidente del Gobierno, José María Aznar, firme la oferta del pacto del PP en Aragón. Fuentes de la dirección nacional de este partido aseguran que esa petición es inasumible. El presidente en funciones de Aragón, Santiago Lanzuela, afirma que ayer mismo volvió a ofrecer al Par un pacto para el Gobierno de Aragón con una serie de puntos de acuerdo concretos. Los regionalistas, según Lanzuela, no respondieron al ofrecimiento.
El líder del PP en esta comunidad reconoce que la situación es "complicada", aunque también ironiza diciendo que él es "optimista por naturaleza", y sostiene que su partido está dispuesto a hacer "hasta el último instante un intento muy serio" por convencer al Par para que gobierne con él. Lanzuela asegura que los dos partidos están de acuerdo en casi todos los asuntos y que los últimos cuatro años de gobierno la coalición ha funcionado perfectamente. Por eso no entiende la actitud del Par.
De momento, los populares disponen de todo el fin de semana próximo para convencer al Par, aunque todos los datos indican que no lo conseguirán. La mayoría de los miembros de la ejecutiva de este partido defienden un acuerdo con los socialistas.
El máximo órgano de decisión del Par, compuesto por una veintena de personas, estuvo reunido durante tres horas el miércoles. Según asistentes a ese cónclave, nadie se pronunció a favor de renovar el pacto con los populares, que en Aragón funciona desde 1987. En este lapso de tiempo, el Par ha pasado de 19 diputados a 10. Este partido tuvo dos veces la presidencia de la comunidad y la perdió en 1995, cuando el PP logró 27 diputados y los regionalistas sólo 14.
Críticas
En esa reunión sólo se oyeron críticas al PP, y los únicos que se colocaron claramente de un lado lo hicieron a favor de un pacto con los socialistas. Para justificar este cambio de postura, José Ángel Biel, líder de la comisión negociadora, recuerda que es la primera vez que el Par tiene la posibilidad de elegir, puesto que en 1995, aunque hubiera podido formar gobierno con el PSOE, lo impidió el hecho de que los socialistas les hubieran sometido recientemente a una moción de censura. Además de los ya conocidos "incumplimientos" del PP, Biel habla de una "mayor cintura" del PSOE a la hora de negociar. Y asegura que el PP parece estar "convencido" de que a última hora el Par pactará con ellos, por lo que, cuando negocian, no acaban de definir su postura.La proximidad entre el PSOE y el Par parece estar tan clara que el líder de Chunta Aragonesista, Chesús Bernal, dio ayer por hecho que ya existe un pacto entre ambos partidos, y les pidió que "dejen de jugar a los misterios para empezar a solucionar los problemas reales de Aragón". Bernal exigió a ambas formaciones que "escenifiquen" ese supuesto pacto. Los regionalistas de izquierda de la Chunta cuentan con cinco diputados, y han decidido votar en contra del PP y abstenerse si se elige a un candidato del PSOE, ya que no desean entrar en el Gobierno.
Sin embargo, la Chunta Aragonesista sí lo ha hecho en las diputaciones provinciales. Ayer se constituyó la de Zaragoza, que gobernará el socialista Javier Lambán, apoyado por el Par y la propia Chunta. Los 14 votos de estos tres partidos son mayoría absoluta en ese órgano, mientras que el PP tiene los otros 13.
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