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Serra comprueba la difícil tarea de la reconciliación en Kosovo

Miguel González

ENVIADO ESPECIALA 130 metros de altura, contemplado desde un helicóptero AB-412, el verde feraz de las llanuras de Kosovo eclipsa el gris negruzco de los pueblos incendiados y tampoco pueden apreciarse las fosas comunes ni las minas que mantienen en forzado barbecho los campos. Pero una visión de sólo cinco horas, la mayor parte a vuelo de pájaro, bastó al ministro español de Defensa, Eduardo Serra, para comprender la dificultad de la tarea a la que se enfrentan los 1.169 soldados españoles, la mayor parte legionarios, integrados en la Fuerza de Paz para Kosovo (Kfor). "La misión de las tropas es acabar con las venganzas y hacer posible la convivencia, pero eso entre comunidades que han mantenido un enfrentamiento tan grave en un pasado tan próximo dista mucho de ser fácil", admitió Serra.

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El ministro de Defensa, la primera autoridad española que visita Kosovo desde el final de la guerra, hace algo más de un mes, echó el pie a tierra para pasear durante unos minutos por el barrio histórico de Pec, reducido a cenizas por los paramilitares serbios. "He podido comprobar el enorme daño que ha sufrido esta ciudad", aseguró ante las ruinas de la mezquita central, cuyos alrededores han sido tomados por una multitud de mercaderes ambulantes. La situación, agregó, ha mejorado desde la llegada de los soldados de la Kfor, pero todavía "queda muchísimo por hacer", pues "hay funciones básicas que no se realizan", debido a la inexistencia de una Administración civil, "y una enorme masa de refugiados que está regresando" de forma anárquica y desbordando todas las previsiones de los organismos internacionales.

Convivencia multiétnica

La vuelta de los albanokosovares, reconoció, se está viendo acompañada por el éxodo "casi en su totalidad" de los serbios, pero "hay que esperar y desear que también regresen y que al final haya una situación de convivencia multiétnica". No quiso reconocer, sin embargo, que la huida de la población serbia suponga un fracaso para la Kfor: "No sé cuál es la razón de cada uno que se ha ido", dijo, "lo que sí se puede pensar es que ha sido tanto el daño que la población serbia ha infringido a los albanokosovares que probablemente ellos mismos tengan miedo a las represalias y crean que ninguna autoridad del mundo puede evitar las venganzas que desgraciadamente se están produciendo". Serra llegó a las 11 de la mañana al aeropuerto de Pristina en un Falcón 50 de la Fuerza Aérea, procedente del aeropuerto de Mostar, en Bosnia-Herzegovina, donde el martes visitó a los soldados españoles. En el cuartel de Istok, pasó revista a una sección de legionarios. Su estancia relámpago en Kosovo concluyó con una visita al cuartel general de la Kfor en Pristina, donde se entrevistó con su máximo responsable,el general británico Michael Jackson.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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