Ecologistas en Acción denuncia la casi extinción del águila imperial en Doñana

La supervivencia del águila imperial, una de las especies más protegidas del mundo, peligra en el Parque Nacional de Doñana (PND), debido a su progresiva extinción por el efecto contaminante de los venenos, como estricnina y otros productos fitosanitarios, utilizados en cotos de caza menor y por los ganaderos del entorno para el control de los depredadores, según denunció ayer el portavoz de Ecologistas en Acción en Huelva, Juan Romero. De las 15 parejas que habitaban en la reserva nacional en 1980 sólo quedan nueve.

Además, según el portavoz de Ecologistas en Acción, Juan Romero, la cría del águila imperial está también en riesgo de extinción. "Casi ha desaparecido este año", ya que sólo dos huevos eclosionaron en los nidos del Parque Nacional de Doñana y uno de los dos pollos que vio la luz fue hallado sin vida el pasado viernes en el denominado Coto del Rey, situado en el Parque Natural. El cadáver del animal se encuentra en el centro de recepción de El Acebuche, donde los técnicos de la estación biológica le practicarán una necropsia para conocer las causas exactas de su fallecimiento. Los ecologistas onubenses, ante esta situación, presentarán mañana miércoles durante la reunión del Patronato del Parque Nacional de Doñana, que se celebrará en Sevilla bajo la presidencia de la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, una propuesta para que se acometa, "con carácter urgente", un plan de choque que garantice la viabilidad de esta especie, "que podría pasar a la historia si no se adoptan medidas inmediatas", dijo Juan Romero. "En lo que va de año han muerto ya tres águilas imperiales en Doñana, dos de ellas como consecuencia del veneno. Se trata de una práctica muy común entre los ganaderos de la zona que impregnan las sustancias tóxicas en carne, que distribuyen en el interior del parque natural para evitar el ataque de los zorros a las crías de sus rebaños", explicó. La Estación Biológica de Doñana investiga también las causas que producen la desaparición progresiva del águila imperial que, junto al lince, constituyen las dos especies más emblemáticas de Doñana. Más estudios Pero los ecologistas solicitarán también ante el Patronato de Doñana que los estudios se amplíen, "para conocer si algunas de éstas muertes pueden ser debidas al efecto de la riada tóxica producida en el Guadiamar como consecuencia de la rotura de la balsa de Aznalcóllar, ya que las águilas, que se alimentan de anátidas, sobre todo patos y ánsares, pueden haberse contaminado al ingerir estas aves acuáticas afectadas por la catástrofe de la mina". Lo cierto, según Romero, es que "de las nueve parejas que habitan en el PND, la mayoría han puesto huevos estériles, que no han llegado a eclosionar". El ecologista aseguró que "se debe comprobar también esta sospecha, para adoptar una medida urgente al respecto". El portavoz conservacionista recordó que "Andalucía está a la cabeza del territorio nacional en el uso de venenos, ya que en los últimos 10 años han muerto en la comunidad autónoma más de 200 individuos de especies protegidas, de ellos 146 buitres y unos 70 alimoches [pequeños buitres blancos]. Las zonas más afectadas son las sierras de Ronda (Málaga), Sevilla, Huelva y el entorno de Doñana". Juan Romero espera que la Administración central sea comprensiva ante este grave problema, y ponga en marcha, en colaboración con la Junta, el Seprona y la dirección del Parque una campaña informativa en el entorno del Parque Nacional de Doñana. De lo contrario, anunció: "nos veremos obligados a elevar una queja ante la UE, ya que existe un plan sobre el manejo del águila imperial, que cuesta mucho dinero a los españoles".