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La derecha estadounidense se dispone a recoger fondos para lanzar una vasta campaña contra Hillary Clinton

La relación de odio mutuo entre los sectores más duros de la derecha de EE UU y los Clinton viene de lejos, y ahora se intensifica con el lanzamiento de la candidatura de Hillary al Senado por el Estado de Nueva York. Pero, paradójicamente, en el caso de Hillary los esfuerzos de grupos ultras para recoger fondos con los que financiar una campaña contra ella podrían dar el resultado opuesto y galvanizar votos indecisos o moderados a su favor. La pelea va a ser sucia y dura. Los grupos más conservadores -que en numerosas ocasiones, ayudados por agitadores radiofónicos ultras como Rush Limbaugh o por la militancia de la Coalición Cristiana, han financiado campañas publicitarias contra los Clinton- aún están furiosos con Hillary, porque antes de que el presidente admitiera sus relaciones con Monica Lewinsky, lo atribuyó todo a "una conspiración de la extrema derecha".

Por ello necesitan pocos estímulos para enviar nuevos cheques a los políticos que los solicitan, como Winton Blout o Steve Duprey, presidentes del Partido Republicano en Alabama y New Hampshire respectivamente, que, según The New York Times, han escrito sendas circulares a 10.000 personas pidiendo contribuciones de 50 o 100 dólares para organizar una campaña contra Hillary en Nueva York; o Craig Shirley, un republicano de extrema derecha que ha puesto en pie a un grupo de presión llamado Conservadores a favor de un Liderazgo Eficaz. Tras el elegante nombre se oculta una maquinaria que trata de reunir 10 millones de dólares (1.600 millones de pesetas) para hacer publicidad negativa contra Hillary. Gary Nolan, otro predicador radiofónico extremista, ha enviado 40.000 cartas solicitando dinero para el mencionado grupo de presión al grito de "¡Hillary, a la picota!". En la carta se lee que el dinero servirá para "anuncios de televisión y prensa, folletos para los votantes, orientaciones para los medios... no dejaremos nada sin hacer para conseguir que Hillary se quede sin escaño".

La candidata no se arredra. Es una luchadora impulsiva y no pierde ocasión para fustigar a los conservadores en asuntos de salud, control de armas o medio ambiente: "Mucha gente cree que puede dar marcha atrás al reloj, cerrar las fronteras, decirle a otros cómo tienen que vivir o señalar a los demás con el dedo". El objetivo de Hillary es recoger 25 millones de dólares, pero ahora esa cifra podría dispararse, a medida que sus enemigos empiecen a trabajar y que los demócratas e independientes moderados se movilicen.Más información en Domingo

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