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La venta de reservas de oro del Reino Unido hunde el precio del metal

El precio de la onza de oro continuó ayer en los mínimos de los últimos 20 años en los principales mercados, aunque al cierre de la sesión de Londres se recuperó hasta 257,80 dólares tras haber caído en la apertura a 255,85 dólares. Esta caída se debe al efecto que ha tenido la venta de 25 toneladas del metal precioso por parte del Banco de Inglaterra, decisión que provocó serias protestas en Suráfrica, primer productor mundial.

La vertiginosa caída del precio del oro continuó ayer en los mercados internacionales, un día después de la decisión del Banco de Inglaterra de vender las primeras 25 toneladas de oro de sus reservas, de un total planeado de 415. En el mercado de materias primas de Londres (London Metal Exchange), el precio de este metal registró ayer a la apertura un nuevo mínimo, cotizando a 255,85 dólares la onza, el más bajo desde el 16 de mayo de 1979. No obstante, al cierre de la sesión se había recuperado ligeramente, hasta los 257,80 dólares. Desde el anuncio realizado el pasado 7 de mayo por el Banco de Inglaterra de vender parte de sus reservas, el precio de la onza de oro ha retrocedido en Londres un 40%. En el mercado de Nueva York abrió a 258,70 dólares, 90 centavos por encima del cierre del martes.

El precio del dólar se enfrenta también a otras presiones. El Fondo Monetario Internacional (FMI) venderá 311 toneladas para subvencionar la deuda de los países más pobres, mientras Suiza planea recortar a la mitad su reserva de 2.600 toneladas el próximo año.

Impacto negativo

Ante esta perspectiva ya han saltado las primeras alarmas. La asociación de productores auríferos, Consejo Mundial del Oro, ha declarado que "los países productores de oro sufrirán un impacto negativo en la economía debido a la bajada de ingresos por las exportaciones y a la reducción del empleo en el sector minero". Suráfrica, el mayor productor de oro del mundo, ha criticado duramente la iniciativa del Banco de Inglaterra y ya ha empezado a sufrir las primeras consecuencias. La compañía East Rand Property Mines ha suspendido temporalmente su producción y mandará a casa a 5.000 trabajadores.

El nuevo presidente surafricano, Thabo Mbeki, ha criticado duramente las decisiones del Banco de Inglaterra y del FMI, y ayer advirtió de que el país podría perder 12.000 puestos de trabajo. El sindicato de mineros organizó una marcha ante la Embajada británica en Pretoria, como símbolo de protesta, a la que acudieron varios miles de personas.

Muchos surafricanos, desde el presidente y los propietarios de minas hasta los sindicatos y mineros, están furiosos por el anuncio de masivas ventas de oro. En un país con una tasa de paro del 40% y en el que el 68% de la población negra vive por debajo del umbral de pobreza, la caída del precio del oro no hace más que empeorar la situación.

En los dos últimos años el precio del oro cayó un 23% -de 325 dólares la onza a 255,75-, y el país ha perdido 103.000 puestos de trabajo en las minas, según la Cámara de Comercio Minero.

Ya en 1997 los productores de oro de Suráfrica se enfrentaban al mayor coste medio de producción del mundo, un 3% por encima del precio del metal. A pesar de las duras medidas de reducción de costes (despido de miles de trabajadores y cierre de los pozos), el coste de la producción continúa siendo el más alto del mundo, un 5% por encima del precio del oro. Aunque los productores surafricanos han reducido sus costes, los precios han caído con mayor rapidez. La venta de oro realizada el pasado martes por el Banco de Inglaterra, que le reportó unos ingresos de 210 millones de dólares (más de 34.000 millones de pesetas), es parte de un plan anunciado hace dos meses por el Gobierno británico por el que venderá la mitad de sus reservas para comprar deuda pública de EEUU, Europa y Japón.

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