García Escudero ve inevitable la moción de censura y Jáuregui confía en pactar
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Después de las dos reuniones que mantuvo el responsable socialista de política autonómica, Ramón Jaúregui, primero con Pío García Escudero, coordinador de organización del PP, y luego con Mustafá Aberchan, presidente de Melilla, los socialistas confiaban en alcanzar un pacto mientras que desde el PP se indicaba que la moción de censura resultaba casi inevitable, como apuntó el propio García Escudero al conocer que Aberchan no está dispuesto a excluir al GIL del Ejecutivo melillense. El dirigente popular exigió al alcalde presidente que aclare si va a gobernar con el GIL. Jáuregui reiteró a García Escudero que la moción de censura no es conveniente por cuanto se trataría de que unos partidos, -"llamémosles cristianos", dijo Jáuregui - derriban a un musulmán, con el posible riesgo de "hostilidad social" que una actuación así podría crear. Los socialistas insisten en que se está hablando permanentemente del GIL, pero que sus compañeros en Melilla les piden que no olviden otras circunstancias propias de la ciudad autónoma, como su composición social y religiosa.
La posibilidad de que el PP y el PSOE promuevan la censura le fue comunicada sin ambages por Jáuregui a Aberchan y éste la asumió. "Nos ha dicho que si se presenta porque no es posible llegar a un acuerdo de gobernación renunciará inmediatamente", aseguró Jáuregui.
Aberchan reconoce este extremo, aunque alguno de sus colaboradores asegura que Jaúregui no llegó amenazar con esta posibilidad e incluso la planteó con cierta tibieza.
En todo caso, y dada la complicadísima situación en la que se encuentra el partido de Aberchan, el propio presidente de Melilla reconoce, casi a la desesperada, que la moción de censura podría ser una manera de sacarles de toda esta polémica. Aberchan se mostraba ayer muy nervioso por toda la tensión acumulada en estas últimas horas, y por ello aceptaba que ésta podría ser una salida digna, aunque sus propios compañeros no lo compartían y confiaban en poder encontrar otra forma de resolver el conflicto.
