La Legión confiaba en que el ELK protegiera a los serbios asesinados

ENVIADO ESPECIALLos guardias civiles adscritos al batallón español de la fuerza internacional de pacificación de Kosovo (Kfor) interrogaron ayer al autodenominado jefe de la policía de Istok, nombrado por la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), bajo cuya protección estaban los seis serbios a los que la Legión debía escoltar hasta Montenegro el sábado por la mañana. La casa donde se ocultaban fue incendiada y en su interior se encontraron los cuerpos carbonizados de cuatro hombres; dos asesinados de un disparo en la cabeza y otros dos a golpes. Otras dos mujeres han desaparecido.

El crimen ha caído como un mazazo en el contingente español. El teniente coronel José María García Valón, responsable de la zona de Istok, calificó de "mala experiencia" lo sucedido y aseguró que ya "no va a haber otra protección que no sea la nuestra". No obstante, negó que hubiera delegado la vigilancia de los serbios. La Kfor tiene competencia exclusiva en materia de seguridad y no puede reconocer a ninguna autoridad civil que no sea designada por la ONU.

El mando español justificó que la Legión no se hubiera hecho cargo de vigilar a los serbios alegando que estos "demostraban total confianza" hacia su protector albanokosovar. Según García Valón, durante la entrevista que los militares españoles mantuvieron el viernes con ellos en una calle de Istok para preparar su evacuación, a la que asistió también el supuesto jefe policial, se mostraron tranquilos sobre su seguridad.

El dirigente local del ELK ha declarado que ordenó retirar la vigilancia de la casa a las 11 de la noche del viernes, pero no ha explicado por qué lo hizo. Según la investigación preliminar, los asesinatos se produjeron entre las dos y las tres de la madrugada del sábado. La Guardia Civil, que ayer procedió al levantamiento de los cadáveres, enterrados en el cementerio ortodoxo de la ciudad, sospecha que alguien avisó a los asesinos de la inminente evacuación, tras observar que preparaban sus enseres de la vivienda el viernes por la tarde. El batallón español recibió ayer información de que un grupo de serbios se ha escondido en un local público de la localidad y se prepara ya para evacuarlos.

[Los habitantes de Bela Crkva enterraron ayer a los siete niños albanokosovares localizados por tropas británicas en una fosa común y que presentaban un disparo en la cabeza. En la matanza fueron asesinados 58 adultos, informa Reuters].