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Entrevista:

"La Comisión de la Energía no va a ser heroica, ni cautiva, ni tampoco innecesaria"

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Pedro Meroño (Madrid, de 52 años) se enfrenta al reto más importante de una carrera desarrollada casi íntegramente en el sector de la energía: supervisar, como presidente de la Comisión de la Energía -y de la Comisión Nacional del Sistema Eléctrico (CNSE) hasta la desaparición de ésta, el próximo año-, el fin de los monopolios en un sector clave. El inicio de su presidencia -tomó posesión el 26 de abril- está marcado por el enfrentamiento que mantuvo el anterior presidente de la CNSE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, con el Ministerio de Industria a causa de las ayudas pactadas con las eléctricas. Pregunta. Es obligado preguntarle por los ya famosos Costes de Transición a la Competencia (CTC), ayudas de 1,3 billones para las compañías eléctricas. ¿Qué opina sobre ellos?

Respuesta. La Comisión ya manifestó su opinión, que no fue unánime, sino con votos particulares. Esta Comisión, en los informes que hizo en su día no era contraria a los CTC. Más bien era favorable, aunque planteaba la cuestión de su cuantía. Esto no sé si se conoce suficientemente por la opinión pública. Lo más responsable es que yo no dé ninguna opinión y, desde luego, ninguna a título particular.

P. La Comisión no era contraria a las ayudas, pero en función de unas variables (tipos de interés, demanda...), y, desde luego, rechazó su cobro por las eléctricas de una sola vez.

R. Por lo que yo recuerdo, quedó claro que no iba a ser una cantidad fija. La Comisión no ha vuelto a pronunciarse sobre el tema de los CTC y el asunto está en la Comisión Europea. Lo que puedo afirmar es que este organismo va a respetar la decisión que adopte Bruselas.

P. En su opinión, ¿la polémica sobre los CTC ha dañado a la Comisión Eléctrica?

R. Creo que no. No obstante, con la polémica se están olvidando actuaciones tan importantes como la puesta en marcha del mercado eléctrico y la normativa de liberalización.

P. ¿Cómo fue su llegada a la CNSE?

R. El nombramiento me lo propusieron desde el Ministerio de Industria con mucha antelación al momento en que realmente se produjo, y lo acepté por dos motivos: porque he dedicado muchos años de trabajo al sector y porque las personas que me lo propusieron me conocían bastante.

P. ¿Le han dado esas personas alguna orientación sobre cómo encarar su actividad?

R. No se me dio ni se me ha dado nunca ninguna instrucción, ni criterio o línea de actuación que pareciera conveniente seguir. Más bien conocían quizá algunos antecedentes míos de colaboración con Joaquín Garrigues en la época inicial de la UCD y con el sector liberal de la UCD, y eso pudo influir en mi nombramiento.

P. ¿Fue consciente de que llegaba en un momento de duro enfrentamiento entre la Comisión y el Gobierno, y de que usted despertaba cierta desconfianza?

R. Fui consciente de ello el día en que mi nombramiento se examinó en el Congreso; antes no tenía de ninguna forma esa idea. No he leído en las actas del Congreso ninguna crítica personal, lo cual me agrada sobremanera. Y ello porque desde posiciones muy distintas, tanto en mi etapa de secretario general de Endesa como en mi etapa de abogado del Estado en el Ministerio de Industria, he colaborado con Gobiernos diferentes al actual y, especialmente, con [Juan Manuel] Eguiagaray .

P. Se enfrenta usted a todo un reto, la liberalización del sector eléctrico, que aparece como la panacea por comparación al sistema anterior...

R. El anterior sistema eléctrico, en el que participé desde Endesa, que era el llamado Marco Legal y Estable, era magnífico. Para el sector eléctrico, que en el 83 y 84 estaba pasando dificultades económicas, el establecimiento de un nuevo sistema retributivo fue un avance trascendental. Sirvió para que el sector tenga hoy la salud económica que tiene.

P. Las empresas gozan de buena salud, pero, ¿y los consumidores?

R. El cambio al régimen de competencia está suponiendo para los clientes cualificados unas rebajas importantes en el coste de la electricidad. Según el Banco de España, del 8% o el 9% e incluso más en lo que llevamos de año.

P. Hemos hablado de la Comisión Eléctrica y de los CTC, pero usted es también el presidente de la Comisión de la Energía. ¿Hay algún otro tema que se pueda equiparar a los CTC?

R. No hay una sola actuación importante, sino dos, que son las que más me preocupan. Una es el inicio de la liberalización del gas. A la vuelta del verano se producirá el desarrollo de la Ley de Hidrocarburos en materia de gas. El segundo punto, muy importante, es que, de acuerdo con el nuevo calendario de liberalización eléctrica, en julio del año 2000 se incrementa en un número espectacular la cifra de consumidores cualificados, una cifra que se estima en alrededor de 60.000.

P. ¿En qué cifra de consumidores cualificados estamos ahora? R. Aproximadamente, en 8.000. El gran problema es cómo conseguir que esos 60.000 accedan al mercado en las mejores condiciones. Las dificultades son muchas. Desde que estén disponibles nuevos contadores a precios no demasiado caros hasta cómo afrontar los problemas que va a tener la compañía operadora del mercado que hace liquidaciones mensuales y trimestrales.

P. Hablando de dificultades, existen informes, encargados por la Comisión, que detallan actuaciones empresariales "anómalas" en el sector eléctrico.

R. Usted se refiere al informe del London Economics [encargado por la CNSE en 1998 y que detalla actuaciones anómalas de Endesa e Iberdrola], que es uno más de los muchos que se pueden considerar. Pero no se deben engrandecer los casos de anomalías, sino tomarlos como situaciones "previsibles" en un mercado en pruebas.

P. Cuando acabe ese proceso que usted denomina de "pruebas", ¿la electricidad será definitivamente más barata?

R. Yo creo que sí. Pero no siempre la apertura de un mercado origina una bajada de precios. Lo normal en ocasiones es que la apertura a la competencia suba los precios y así ha pasado en Inglaterra en dos ocasiones. Cuando el mercado funcione defitivamente bien, habrá subidas y bajadas de precios como ocurre en todos los mercados.

P. ¿Cómo ve usted el proceso de integración y de cruce de participaciones que se está dando en el sector energético?

R. Todas las actuaciones entre empresas tienen que ser examinadas por esta Comisión. Incluso hemos pedido información sobre la compra de YPF por Repsol por si hubiera algún elemento que pudiera influir en la competencia en España. Ese proceso de concentración en ningún caso debe afectar a la fijación de precios en el mercado.

P. Por cierto, ¿cómo está el caso referido al acuerdo Endesa-Gas Natural?

R. El Consejo de la CNSE no llegó a aprobar ningún documento formal sobre este asunto. La competencia para decidir corresponde a las autoridades de Competencia.

P. ¿Cuál es su opinión acerca del proceso de inversiones en el exterior de las grandes empresas como Repsol, Endesa e Iberdrola?

R. A mí me parece positivo. Las empresas energéticas españolas, tanto las eléctricas como Repsol, no son empresas muy grandes. El mantenimiento del tamaño en ocasiones puede ser muy positivo para las empresas y para el país.

P. Economía ha advertido sobre el papel de los bancos en determinados sectores...

R. Es una cuestión sobre la que a mí no me corresponde opinar. Aunque quizá fuera conveniente que se pusiera a disposición del público en general acciones de compañías seguras y en sectores básicos.

P. El borrador de reglamento de la Comisión de la Energía que se conoce parece que amordaza un tanto su voz...

R. Conozco el último borrador y puedo asegurar que no es así. Se ha dicho que esta Comisión de la Energía era una comisión cautiva, innecesaria y heroica. No va a ser una comisión heroica, ni cautiva ni innecesaria. El reglamento no nos somete a ningún tipo de censura.

P. ¿Con qué frecuencia le llama el ministro?

R. Hablé con él en mi toma de posesión. Con el secretario de la Energía hablo cada 15 días. Aunque la Comisión no tiene que reportar a nadie.

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