El pacto de izquierdas funcionó, pero no del todo
Alcoy, Alzira, Lliria, L"Eliana, Alfafar, Ayora, Paterna, Cocentaina, Petrer y Sant Vicent del Rapeig, entre otros, fueron algunos de los municipios en los que el acuerdo alcanzado por el tripartito PSPV/EUPV/BNV funcionó sin inconvenientes. Se votó al candidato de la lista con mayores apoyos populares y se impuso la lógica. Pero en otros sitios la situación fue muy distinta. Bastaba con ver la reacción de Adolfo Utor, secretario general del PSPV en La Marina Alta, para el que la actuación del Bloc Nacionalista en Gata de Gorgos era "miserable" e "indigna". El BNV había abandonado a las puertas del salón de plenos al único militante socialista con posibilidades de ser alcalde en toda la comarca, entregándole la vara de mando al candidato del PP. La indignación de Utor era aún mayor porque el PSPV, según él, sí había cumplido sus pactos en Pedreguer, Orba, Xaló y Els Poblets. Al sur de Gata, en Xàbia, la situación era de una complejidad terrible. Para arrebatar la alcaldía a Juan Moragues, ahora por UV, tuvieron que conjurarse PP, PSPV, BNV y el CDS. El nuevo alcalde, el centrista Eduardo Monfort, aseguró que tal acuerdo había sido posible gracias a "un documento programático y de intenciones". El nuevo alcalde se ha reservado las estratégicas concejalías de Urbanismo y Hacienda. Moragues, resignado, sólo acertó a decir que el PP había preferido pactar con el PSPV antes que con "un independiente y todavía militante del PP". Un poco más al norte, en Dénia, el PP se hacía con la alcaldía con el apoyo de los independientes de Gent de Dénia, que ha garantizado a los populares la mayoría absoluta después de dos semanas de intensas negociaciones. Y en Alcoy, José Sanus, recogía, tras cuatro lustros en la alcaldía, la vara de mando por última vez. Su acuerdo con EU y NE le obliga a dimitir dentro de dos años. La Safor para el PSPV Josefa Frau, a pesar de las generosas ofertas del PP al BNV para que votara a su candidato Ferran Mut, seguirá al frente de la alcaldía de Gandia. La capital de La Safor tenía un alto contenido simbólico para todos los partidos, incluído el Bloc que, al contrario de lo ocurrido en Ontinyent, tenía que mojarse y votar a favor de Mut. No llegaron a tanto porque una decisión así hubiera proyectado una imagen de los nacionalistas próxima al PP. No fue así y el PSPV conseguía, además, arrebatar la alcaldía al PP en ocho municipios de la comarca igualmente gracias a la decisión del Bloc de votar a sus propios candidatos, con excepción de Xeraco, donde dio su apoyo al candidato socialista. El PP, en cambio, sólo consiguió dos nuevos ayuntamientos: Beniarjó y Almoines. La sorpresa saltó en Rafelcofer y Bellreguard donde el PP voto a los candidatos nacionalistas. En Ontinyent todo fue como estaba previsto con antelación. El Bloc, esta vez sí una opción decisiva en no pocos municipios de las comarcas centrales de la Comunidad Valenciana, mantuvo su decisión de no votar al candidato socialista, Manuel Reguart, y la alcaldía acabó en manos de Lina Insa, del PP, que encabezaba la lista más votada y tendrá que gobernar en minoría. El portavoz del BNV justificaba su decisión en la conveniencia de la alternancia democrática y añadía: "El PP va a contar con nuestro apoyo, aunque no entraremos en el equipo de gobierno". Veinte años de gobierno socialista en la capital de la Vall d"Albaida tocaban a su fin. La comarca de La Costera no experimentó grandes cambios en sus muncipios respecto de lo ya conocido. Alfonso Rus consolida su poder en Xàtiva, 14 de los 21 concejales son suyos, pero por contra Llanera de Ranes elegía por primera vez un gobierno de corte progresista de la mano de Ramón Climent. Los socialistas perdían un feudo como L"Alcúdia de Crespins, y Bicorp y Enguera en la Canal de Navarrés. A cambio, entraban en la alcaldía de Bolbaite. El PP sigue en Sagunto Al final no hubo manera de que Francisco Crispín, candidato socialista a la alcaldía de Sagunto, fraguara ninguno de los muchos pactos que intentó y persiguió en vísperas de la elección. El resultado fue que en la capital del Camp de Morvedre seguirá el popular Silvestre Borrás, con sólo ocho concejales de los 25 que suma el consistorio; pero el PP no descarta que a lo largo de esta legislatura se le unan para garantizar la gobernabilidad UV y el BNV. Cabe recordar que el PP alcanzó la alcaldía gracias a una moción de censura secundada por el Bloc Nacionalista. No sólo fue en Xàbia donde se estableció un gobierno de concentración. Otro tanto ocurrió en Alzira. Hasta cuatro partidos tuvieron que unir sus fuerzas para evitar la coalición PP-Francisco Blasco para colocar un alcalde del PSPV, Pedro Grande. Y en Sueca, lo mismo, pero al revés. El PP, más un independiente, más la coalición de Alfred Guillem-Bloc dieron a éste último la alcaldía y desalojaron al socialista Salvador Gil. Buñol también fue una gran decepción para el PSPV. Un pacto entre EU, PP y UV arrebató la alcaldía a Andrés Perelló quien reaccionó con amargura. "La primera mujer que llega al gobierno de Buñol [Minerva Gómez, de EU], llega traicionando el resultado del pueblo". En Yátova, en la misma comarca, otro pacto entre EU y PP arrebataba la alcaldía al PSPV. En L"Horta, tanto la Nord como la Sud, funcionaron los pactos del tripartito en general y la izquierda mantiene el supuesto "cinturón rojo" de la ciudad de Valencia. La izquierda recuperó la alcaldía de Massamagrell y mantuvo Meliana. Después de cuatro años de duras acusaciones el PSPV y el BNV unieron sus votos en esta última población, mientras que en la primera fue decisivo el apoyo de los independientes de Miquel Trujillo, un tránsfuga de EU que gobernó primero con los socialistas y después con los populares. Claro que para tránsfuga avant la lettre la concejal de UV, Elvira Vila, que se pasó al PP antes incluso de tomar posesión permitiendo al incombustible Agustín Zacarés seguir al frente de la corporación durante dos años más. El Camp de Túria siguió la tónica de los pactos. Los socialistas lograron recuperar la alcaldía de Llíria gracias al acuerdo con el Bloc, mientras que en L"Eliana, Josep María Angel, retenía la alcaldía con el voto del único concejal de Esquerra Unida. Y en Bétera una nueva sopa de letras formada por cuatro partidos arrebataba el sillón de alcalde al PP, que contaba con los votos de UV. Pocas, por no decir ninguna, sorpresas en Castellón, donde el PP tiene una clara mayoría excepción hecha del reducto de Morella. Destacar la coalición del PP,PSPV y Bloc en Torreblanca para impedir que Daniel Ansuátegui fuera el alcalde y el pacto de Peñíscola que colocó al independiente Rafael Serrat, en detrimento del socialista Agustí Albiol.
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