Un riesgo buscado

Otra sentencia del Tribunal Superior de Madrid sobre accidentes en espectáculos taurinos da la razón, en cambio, al Ayuntamiento de Pinto (26.300 vecinos) en el pleito que le planteó una persona, Romualdo A. G., que fue cogida por un novillo en los encierros celebrados en esta ciudad en 1992. En este caso, el tribunal no accede a la indemnización de casi tres millones de pesetas que reclamó el herido al Ayuntamiento; y no lo hace porque, según la sentencia, fue él mismo quien, con su acción, generó el riesgo. Señala el tribunal que el espectáculo respetó la normativa sobre festejos taurinos ("tenía póliza de seguros, disponía de un director de lidia y de otros 10 auxiliares capacitados para evitar la huida de las reses...") y que fue la propia víctima quien provocó la situación de riesgo que devino en su cogida. Romualdo sufrió fractura de tibia. "Si el actor [Romualdo] desencadena la situación de riesgo [estaba en una ventana cuando le cogió el toro], no puede reclamar la responsabilidad patrimonial" de la Administración, afirma el Tribunal Superior en la sentencia. Los jueces entienden que, en este caso, no se ha producido el "anormal funcionamiento de la Administración", que daría opción a la indemnización, ya que el encierro reunía "todos los requisitos" que marca la normativa.