El encierro ya es de las mujeres

El primer encierro de los sanfermines se corrió ayer a las ocho... de la tarde. Y fue muy peculiar. No sólo porque los toros fueran de cartón y tuvieran ruedas, sino por que sólo corrieron mujeres delante de las astas y lo hicieron adoctrinadas por Mariasun Apesteguía, una corredora habitual del tramo de la plaza del Ayuntamiento y vicesecretaria general del PSN. "Ha sido un encierro raro", aseguró, acalorada y rodeada de cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas una joven participante en una de las carreras de ensayo, organizada por dos colectivos feministas de Pamplona, Andrea y Mandrágora, para enseñar a las mujeres a afrontar su participación en el acto central de San Fermín, tradicionalmente reservado sólo a los hombres. "No hay misterios, sino unas reglas básicas y mucha práctica", indicaba Apesteguía al nutrido grupo de mujeres que se congregó en la calle Mercaderes para seguir el cursillo de correr encierros, que hoy concluye. "Siempre hay un hueco delante del toro si se sabe aprovechar. Ahí está el sitio del valor, del conocimiento, que apenas dura unos segundos y unos metros", añadió la corredora, una de las pocas mujeres que se ha atrevido en estos años a participar en los encierros. "Seguimos siendo una minoría en espacios festivos como éste", indicó Tere Sáez, portavoz de los organismos convocantes, "a pesar de la voluntad de algunas mujeres que, saltándose a la torera los roles aprendidos, han compartido codo con codo los empujones y los nervios en un encierro que hasta hace poco las apartaba por decreto popular". Ciertamente, hasta hace no tantos años las mujeres no podían correr el encierro. Eran sacadas del recorrido o multadas. Pero poco a poco fueron más las que lograban burlar la vigilancia de la Policía Municipal. Los mozos nunca fueron chivatos y muchas comenzaron a correr. Algunas, como algunos hombres, lo hacen muy bien. Otras, no tanto, como cualquier mozo. Delante de un toro no hay sexo que valga. Andrea y Mandrágora tienen claro que cada encierro es el momento iniciático de las fiestas de Pamplona y ése es el motivo que les ha llevado a incentivar el aprendizaje de las reglas mínimas de participación para todas aquellas mujeres que se atrevan a correr delante de los toros. El lema elegido para ello, En toro, nosotras, sintetiza, a juicio de Tere Sáez "esta carrera hacia adelante" en la que la verdadera igualdad se "construye poco a poco, se reivindica, se aprende y se practica". Los colectivos feministas que impulsan esta iniciativa saben que es polémica, dados los problemas que provoca año tras año la ya de por sí enorme participación en estas carreras. "Queremos la oportunidad que nos han negado los siglos", aseguran. Incluso tienen coplilla para las madrugadoras dianas de fiestas: "A las 7 de la mañana, las mozas toman la diana / este año con mujeres, Santo Domingo y Mercaderes / A lo largo de Estafeta, corre la divina Julieta..."