Los nacionalistas aceptan el criterio del PSE de respetar las listas más votadas

Los nacionalistas comunicaron ayer al PSE que van a ser respetuosos con las listas más votadas en los ayuntamientos vascos, sin que esa decisión, adoptada de forma individual por las ejecutivas de los partidos, condicione futuras alianzas en las diputaciones. Tras el fracaso ayer de las negociaciones entre el PP y el PSE, que exige el Ayuntamiento de Vitoria para apoyar al PP en la Diputación de Álava, sólo un acuerdo de última hora con los populares podría alterar ese criterio. El PP reúne hoy a su ejecutiva regional para estudiarlo.

Los socialistas vascos, tras el fracaso de las negociaciones con el PNV, anunciaron que la única manera de romper la política de frentes en el País Vasco era respetar las listas más votadas en las instituciones vascas. Un criterio que sólo podía tener una excepción: Álava. En este territorio, donde el PP ganó en la Diputación y en el Ayuntamiento de Vitoria, los socialistas tienen muy claro que la única manera de apoyar a los populares en la institución foral es que estos les cedan el Gobierno municipal. Este planteamiento es compartido por la Ejecutiva de los socialitas alaveses, cuya filosofía se resume en una frase de Mario Onaindía, pronunciada en la Ejecutiva provincial del lunes: "Si el PP quiere apoyo tiene que comprender que hay que frenar al nacionalismo en Álava no sólo desde la derecha, sino también desde la izquierda". Una alianza cuya visualización sería la Diputación para el PP y el Ayuntamiento para el PSE.

No agresión

Diversas fuentes aseguraron ayer que los nacionalistas y el PSE llegaron a firmar un pacto de no agresión para respetar las listas más votadas. Un rumor que fuentes de la ejecutiva del PSE desmintieron con rotundidad. "No hay ningún acuerdo escrito. Nos hemos comunicado que nuestras respectivas ejecutivas están de acuerdo con ese criterio básico, pero nada más. No hay ningún papel escrito, ni siquiera un acuerdo verbal, salvo el compromiso individual de cada partido de respetar las listas más votadas en los ayuntamientos". Ese criterio dejaría en manos del PP el Ayuntamiento de Vitoria, pero al no extenderse a la Diputación de Álava, y si el PSE votara a su propio candidato, el PNV, con el apoyo de EH, arrebataría al PP la institución foral. La única posibilidad de que ese criterio se rompa es un acuerdo del PP y del PSE en Álava. En Vizcaya y Guipúzcoa nacionalistas y socialistas se garantizan de esa manera que no habrá "pactos" para desbancar a las listas más votadas.

Aunque la reunión que las ejecutivas del PP y PSE celebraron ayer en el Parlamento de Vitoria acabó en fracaso, el PP convoca hoy a su máximo órgano para analizar si reorienta su estrategia o sigue adelante sin conceder al PSE el Ayuntamiento de Vitoria. De momento, el presidente de los populares de Euskadi, Carlos Iturgaiz, ya ha anunciado su posición favorable a pelear hasta el final por las dos instituciones "aun corriendo el riesgo de pasar a la oposición en ambas". El portavoz del PP, Rafael Hernando, indicó en Madrid que su partido no está dispuesto a "entrar en repartos" en el País Vasco y que no entregará la alcaldía de la capital alavesa al PSE. El secretario general de los socialistas alaveses, Fernando Buesa, aseguró ayer que no volverá a haber contactos "si el PP no acepta los planteamientos del PSE".

PSN-UPN

Sin embargo, el Partido Socialista de Navarra (PSN) y Unión del Pueblo Navarro (UPN) sí ratificaron ayer por escrito los pactos que permitirán al partido regionalista liderar en solitario el Gobierno y el Ayuntamiento de Pamplona, según informa Mikel Muez. Los socialistas se abstendrán en la elección de Miguel Sanz como presidente del Ejecutivo foral y de Yolanda Barcina como alcaldesa de Pamplona. Se quedarán en la oposición en ambas instituciones, si bien los acuerdos, denominados "de investidura", les exigen garantizar la gobernabilidad de Navarra durante toda la legislatura y apoyar a UPN en las materias imprescindibles para la estabilidad institucional. Sanz cederá a cambio tres puestos institucionales: la presidencia del Parlamento de Navarra, el senador autonómico y la presidencia de la Mancomunidad de Servicios de Pamplona.

El secretario general del PSN-PSOE, Juan José Lizarbe, cuyo comité regional apoyó con un 73% de los votos estos pactos, habló de un "momento histórico" que hace necesario aplicar "soluciónes excepcionales".