Arzalluz dice que el PSE deberá "buscarse la vida" en el resto de Euskadi si se une al PP en Álava

El PSE anunció ayer que va a intentar llegar a acuerdos con el PP en Álava, a pesar del aviso del presidente del PNV, Xabier Arzalluz, de que, en ese caso, "los socialistas tendrán que buscarse la vida con el PP" también en los municipios y diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa. Descartado el pacto global con el PNV y un acuerdo amplio con el PP, los socialistas se abren a pactos puntuales y asumen que puede perder cuotas de poder. "Si por lo que pase en Álava, el PNV no pacta con nosotros [en Vizcaya y Guipúzcoa] será su responsabilidad", indicó el número dos del PSE, Jesús Eguiguren.

Apenas queda una semana para la constitución de los ayuntamientos vascos y los principales partidos aún no han decidido nada en cuanto a sus alianzas. Más allá del fracaso de las alianzas globales entre el PNV y el PSE, y de este partido con el PP, todo está en el aire. Los socialistas comenzarán la semana entrante a estudiar con el PP la solución que dan a Álava, provincia en la que el PP fue el ganador tanto en la Diputación Foral como en el Ayuntamiento de la capital. La decisión del PSE, aunque esperada, ha sido mal recibida por el PNV.

Su presidente, Xabier Arzalluz, declaró ayer que una alianza de los dos partidos de ámbito estatal en esa provincia dejaría a los socialistas a la intemperie en las otras dos. "Si pactan PSE y PP, los socialistas tendrán que buscarse la vida en el Ayuntamiento de San Sebastián", advirtió. En opinión del dirigente nacionalista, las represalias en la Diputación de Vizcaya y en el Ayuntamiento de Bilbao, donde el PNV podría gobernar con el PSE, "serían la consecuencia lógica" a una alianza (PP-PSE) que, por primera vez en la historia de la democracia, llevaría al PNV a la oposición en Álava.

Finalizadas las conversaciones globales que ha llevado a cabo una delegación de la ejecutiva regional del PSE, la responsabilidad de las conversaciones que se inician ahora pasa a las ejecutivas provinciales. El PSE, de momento, no da nada por vendido. "Vamos a respetar la lista más votada", aseguró contundente el secretario de Política Institucional del PSE, Jesús Eguiguren, pero a renglón seguido dejó claro que eso no significa prestar el voto a los candidatos del PP. El secretario general de los socialistas alaveses, Fernando Buesa, anuncia que el PSE va a votar a sus propios candidatos como muestra de respeto al PP, pero que apoyar a los candidatos populares "tiene que tener contraprestaciones". En principio, los socialistas quieren a su candidato Jesús Loza en el sillón municipal; en ese caso apoyarían al candidato popular, Ramón Rabanera, en la Diputación Foral, una institución con grandes competencias, entre las que se cuenta la exclusiva de dictar normas fiscales y recaudar todos los impuestos merced al Concierto Económico.

"Los socialistas no nos vamos a ir a ninguno de los extremos", declaró Eguiguren, "y si por respetar las listas más votadas en Álava, el PNV no quiere llegar a acuerdos con nosotros en el resto de las provincias, será su responsabilidad", aseguró.

El PSE quiere "superar la dinámica de frentes, y si para ello hay que pactar en cada institución con la lista más votada, o quedarse en la oposición, eso es lo que haremos", declaró a su vez un portavoz de su ejecutiva. Ejemplo de esa nueva política es el proyecto que el alcalde en funciones de San Sebastián, Odón Elorza, quiere poner en marcha.

Elorza, candidato más votado en la capital guipuzcoana, se mostró ayer partidario de formar un gobierno municipal integrado por su formación, la coalición PNV- EA y el PP. Esta propuesta, remitida el jueves todos los grupos municipales, se asienta en su apuesta por un Ejecutivo donostiarra "lo más amplio, plural y representativo posible", y que excluya el frentismo y se alce como una "escuela de convivencia" y sea una referencia en todo Euskadi.