El BSCH confía en alcanzar una rápida solución de su conflicto con Portugal

Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente del Banco Santander Central Hispano (BSCH), se mostró ayer convencido de que el "incidente" de su grupo con las autoridades portuguesas -que han vetado el acuerdo del BSCH y el grupo Champalimaud-, se solucionará en breve espacio de tiempo gracias a un "diálogo constructivo" con el Gobierno portugués. El vicepresidente del BSCH confirmó que la dirección del grupo bancario español ha mantenido contactos "en los últimos días" con el Gobierno de Lisboa. Sin embargo, no hay aún ningún proceso formal de negociación abierto con el Ejecutivo luso.

Rodríguez Inciarte alabó la labor del Gobierno de José María Aznar en este conflicto. "Ha estado en su sitio y ha hecho lo que tenía que hacer", aseveró. E insistió en que el pacto BSCH-Champalimaud "es magnífico para el sistema financiero español, para el portugués y para la integración europea".

El ejecutivo del banco apeló a la experiencia internacional del grupo, que no ha tenido incidentes en los Estados en los que está presente. "El Banco Santander Central Hispano opera en más de 30 países y en todos ellos con un estricto respeto a sus normas. En Portugal hemos hecho lo mismo", dijo. Rodríguez Inciarte habló también de la libertad de establecimiento y recordó que es uno de los pilares de la Unión Europea.

Luis Bastida, director general del Banco Bilbao Vizcaya (BBV), empleó los mismos argumentos para abordar el conflicto del BSCH con el Gobierno luso. "Es un incidente que estoy seguro que se resolverá", precisó. Tan seguro se mostró que aclaró que su grupo sigue interesado en desarrollar operaciones en el país vecino. "Nos gustaría crecer allí, pero queda por decidir la forma", explicó.

Aníbal Cavaco Silva, ex primer ministro de Portugal, criticó ayer duramente el veto del Gobierno socialista, informa Javier García. A su juicio, el Ejecutivo de António Guterres "ha demostrado su incapacidad para manejar el asunto y ha perjudicado seriamente los intereses nacionales".

"El veto", aseguró el ex primer ministro, "ha afectado negativamente a la credibilidad de Portugal en el exterior, para lo cual sólo basta ver las reacciones de Bruselas, los titulares de la prensa internacional y la evolución de los mercados".