Buscar piso, ¿para qué?

Mi hija mayor encontró hace dos años una casita pequeña a 23 kilómetros de sus padres por un precio que le costará pagar aproximadamente 20 años junto con su marido, ya que el sueldo de uno es para la casa y el del otro para comer, más o menos. Mi hija pequeña está buscando ahora otro piso y parece que se va a ir, eso sí, a 21 kilómetros. Ésta le ha tocado más cerca. Por supuesto que también con su novio. Toda esta explicación viene a cuento de que las dos se buscaron hace tiempo su pareja y fueron bobas. Porque ahora hubieran aprovechado mucho mejor la ocasión, ya que nuestro extraordinario y comunicativo alcalde, que nunca ponderaremos suficientemente, ha dicho que lo que tienen que hacer los jóvenes es buscarse pareja porque el piso lo pone él.

Nunca hubiera pensado que una persona tuviera esa bondad y espíritu de ayuda para nuestra juventud, pero la verdad es que no hace falta más que verle inaugurando túneles por doquier para darse cuenta de esa gran humanidad.

Siento las prisas de mis hijas porque ahora hubieran tenido una ocasión de oro para hacerse con un piso en unas condiciones asequibles y más cercano. Lo único que le pediríamos al alcalde, si no es mucho esfuerzo, y para compensar que no les va a dar el piso, es que que les conserve el trabajo que tienen, y a mí, que soy su padre, que no me prejubilen porque ya tengo 57 años y eso hoy en día no lo aguanta ninguna empresa. Así podré seguir ayudándoles.-