Ultimátum para la privatización de los aparcamientos en Málaga

El Ayuntamiento de Málaga ha advertido a Unicaja y Ferrovial, los socios privados de la Sociedad de Aparcamientos, que deben hacer efectivos 1.100 millones de pesetas antes del 30 de junio. Si no, el 41% de las acciones de la empresa municipal que se comprometieron a adquirir por este precio volverán a salir a concurso. Las dos firmas habían pactado aportar este dinero antes del 31 de diciembre de 1998, pero como adujeron dudas sobre la rentabilidad de la compra, consiguieron una prórroga hasta después de las elecciones. "Se trata de que Unicaja y Ferrovial se definan y dejen claro si les interesa o no ampliar capital", explicó ayer Gonzalo Gutiérrez de Pablos, concejal de Economía y Hacienda. "Lo que no puede ser es que tengamos que esperar seis meses más". El retraso del proceso de privatización hizo que la construcción de dos edificios de aparcamientos -1.025 plazas en total- se demorase más de un año. Como la Sociedad de Aparcamientos, a la espera de esos 1.100 millones, no podía afrontar los pagos, el Ayuntamiento decidió hacerse cargo de ellos para poner las obras en marcha lo antes posible. Gutiérrez de Pablos señaló que, en caso de que Unicaja y Ferrovial no cumpliesen antes de fin de mes el contrato que les une a la Sociedad de Aparcamientos, el ayuntamiento puede repetir la operación del año pasado, sacando a concurso las acciones, o bien fragmentar la oferta, de modo que cada edificio de aparcamientos quede en manos de una empresa distinta. Según explicó el concejal, esta segunda opción permite que participen entidades más modestas y amplía el abanico de posibles inversores; pero tiene el inconveniente de la dispersión, que quizás repercuta en la calidad del servicio al usuario. "En cualquier caso, la secretaría general del ayuntamiento verá si procede pedir daños y perjuicios a Unicaja y Ferrovial", añadió Gutiérrez de Pablos, que recordó que, además de los aparcamientos del Túnel de la Alcazaba y Carlos Haya, hay tres más pendientes: el de Cruz de Humilladero, el de la calle Camas y el de la zona del Corte Inglés.