LEANDRO OLALLA INVESTIGADOR "Al agricultor le preocupan más las subvenciones que la investigación"

Fue un niño urbano. Sólo conocía el campo por algunos veranos junto a las plantaciones de caña de azúcar de Rincón de la Victoria (Málaga). Sin embargo, cuando se encontró ante la encrucijada de elegir una carrera supo que lo suyo era la agronomía. Desde hace ocho años, Leandro Olalla lleva las riendas del Centro de Investigación Agraria de la Junta de Andalucía en Málaga. Desde hace muchos más años, cree que la investigación es esencial para hacer competitiva la agricultura andaluza. Pregunta. ¿Se invierte suficiente en investigación agraria? Respuesta. No. Si se compara con el Producto Bruto Agrario, las inversiones son escasas y están por debajo de lo que se gasta en otros países europeos. Además, hay muy poca participación del sector privado. En general, los agricultores no gastan ni un duro en investigación. P. ¿Debería haber más participación privada? R. Sí, el Estado ni puede ni debe hacerse cargo de todo el gasto. Además, cuando el dinero es de todos, no hay tanta preocupación en cómo se gasta. Si ocurriera como en otros países donde las donaciones desgravan, quizás habría un mayor seguimiento para que la investigación se conectara con las necesidades reales de la agricultura. A veces la investigación va por unos derroteros que no están conectados con las prioridades de la agricultura. P. ¿Hay conciencia en el sector de la importancia de la investigación? R. Hay más preocupación en los agricultores por las subvenciones que por la investigación. Además, no hay grandes empresas a las que le sobren recursos para investigación y ésta, en el sector agrícola, no es patentable, no produce dinero. P. ¿Puede haber una agricultura competitiva sin investigación? R. No, absolutamente no. P. ¿La investigación debe buscar la rentabilidad? R. Como los recursos no son suficientes habría que definir prioridades y los criterios pueden ser la potencialidad de futuro de un sector o atajar los problemas que puedan condenarlo a su desaparición. Aunque la investigación en general es baja, hay sectores en los que está bien, como el olivo o el aceite, pero otros, como la horticultura, en los que es deficitaria. P. ¿Por falta de investigadores? R. Investigadores hay, lo que falta son plazas porque hay un criterio de que el sector público no crezca y como los agricultores no presionan... Se presiona para que el AVE llegue a Málaga pero no para que aumenten las plantillas de investigadores. El AVE llegará a Málaga, pero los centros seguirán como están. En los años 70 se incorporaron en todo el Estado unos 200 investigadores agrarios. De eso vivimos. En Andalucía no ha habido una renovación.