Petronor condiciona el futuro de la planta IGCC de Muskiz a las ayudas estatales y a su socio Iberdrola

Petronor, que participa al 50% con Iberdrola en el proyecto de creación de una planta de IGCC en sus instalaciones en la localidad vizcaína de Muskiz, condicionó ayer el futuro del proyecto a la consecución de ayudas estatales y, si éstas no se dan, a la decisión de la compañía eléctrica. La decisión definitiva sobre la planta, que utilizaría los residuos de la refinería para obtener gas y electricidad, se tomará a principios del próximo año. El proyecto supone una inversión de 160.000 millones de pesetas y la compañía Texaco y BBK han mostrado su interés en participar en él.

"El proyecto [de IGCC, siglas de Integrated Gasification Combined Cycle] es rentable en sí", aseguró ayer Juan Pedro Maza, director general de Petronor, empresa participada en un 86% por Repsol. Maza añadió que en enero o febrero del próximo año se tomará la decisión definitiva. El futuro de esta planta, que forma parte de los planes previstos en el área del Puerto de Bilbao, depende de que Petronor y Repsol consigan ayudas públicas durante los primeros años de funcionamiento. Petronor dejó ayer claro que, si las subvenciones finalmente no llegan, seguiría adelante con el proyecto, pero entonces la decisión dependería de su socio Iberdrola, encargada de vender la energía eléctrica producida. La compañía eléctrica y la refinería han creado una sociedad al 50% para convertir en realidad la planta de IGCC. Esta nueva instalación aprovecharía los residuos de la refinería para convertirlos en gas y en electricidad. El director general de la empresa de Muskiz, enumeró las múltiples ventajas que conlleva el proyecto. "La planta va a estar preparada para producir alternativamente gas natural y de síntesis (...) y reducir el déficit de electricidad", destacó Maza. El proyecto tiene un coste de 160.000 millones de pesetas [961,6 millones de euros], una previsión de empleo directo de 120 trabajadores y se calcula que podría estar en funcionamiento a finales de 2004. Aunque hasta principios del próximo año no se sabrá definitivamente si se da el paso, Petronor ya está invirtiendo dinero en el proyecto. Según explicó el presidente de la empresa, para febrero del próximo año ya se habrán inyectado unos 4.000 millones de pesetas para adecuar las instalaciones refineras a la futura planta de IGCC, que irá anexa. Con este mismo objetivo, el plan de inversiones de Petronor contempla una partida total de 7.600 millones de pesetas en Muskiz. Adjudicaciones Recientemente, Petronor e Iberdrola han adjudicado a Texaco el desarrollo tecnológico del proyecto y "en una o dos semanas", según anunciaron los responsables de la empresa refinera, se contratará el proyecto de la ingeniería básica entre la terna de empresas que se ha presentado al concurso para la construcción del IGCC. Los directivos de Petronor, que hoy celebran la Junta General de la compañía, destacaron además que la petrolera norteamericana Texaco y la BBK, que tiene un porcentaje del 10,95% en Petronor, están interesadas en entrar como accionistas en la iniciativa empresarial. "Es un proyecto abierto a otros socios", señaló Mata, quien añadió que Petronor e Iberdrola seguirán manteniendo la mayoría accionarial de la nueva instalación. La planta de gas y electricidad aprovechará los residuos que genera Petronor, que produce fuel-oil, gasolina, gasóleo y keroseno, entre otros combustibles. "La gasificación es la mejor salida para una producción de residuos tan alta como la nuestra y permite reciclar residuos con contenido alto en azufre", subrayó Maza, quien destacó las ventajas del IGCC frente a las centrales de ciclo combinado, otra de las modalidades de producción de electricidad que está en boga. El proyecto prepararía a Petronor para la futura demanda del mercado, que previsiblemente consumirá más gasóleo que gasolina en los próximos años, y reduciría, según los cálculos de la empresa, su producción de fuel del 24,6% al 3,1%.