La ponencia de víctimas cierra la primera fase de sus trabajos sin integrar a los afectados por ETA
La ponencia parlamentaria de víctimas de la violencia cerró ayer la primera fase dedicada a entrevistas con los movimientos sociales y con las personas que han desarrollado algún tipo de reflexión sobre el conflicto violento en Euskadi. En setiembre continuará con sus trabajos, sobre los que pende una incógnita: la participación o no del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (que agrupa a más de 500 personas) y de los partidos no nacionalistas. Hasta ahora han rechazado participar por considerar que el objeto específico de la subcomisión deben ser las víctimas de ETA.
PP, PSE y UA también se han mantenido al margen de la subcomisión, integrada por las fuerzas firmantes del Acuerdo de Lizarra (PNV, EH, EA e IU). Los partidos no nacionalistas coinciden con la reivindicación del Colectivo de Víctimas del Terrorismo. La constitución de la ponencia el pasado mes de febrero escenificó el pulso que mantienen el bloque de partidos nacionalistas y el de los estatutistas. Ni siquiera el problema de las víctimas sirvió para suavizar las discrepancias entre ambos. Al presidente de la ponencia, el peneuvista Iñigo Urkullu, le queda por delante la tarea de vencer las reticencias de los damnificados por el terrorismo de ETA (el más numeroso) lo que, seguramente, conllevaría un cambio de actitud por parte de populares, socialistas y foralistas. Urkullu comentó ayer en los pasillos del Parlamento vasco su intención de convencer al Colectivo de Víctimas del Terrorismo para que participen en las siguientes fases de la subcomisión, aunque reconoció que de momento la negativa se mantiene. "Todo sigue igual. No he recibido ninguna notificación oficial del colectivo diciendo que cambia de opinión", recalcó. A lo largo de la primera fase han intervenido desde el movimiento social Elkarri a grupos pacifistas como Gesto por la Paz, Denon Artean o Bakea Orain. En la segunda fase se analizarán las disposiciones legales y las actuaciones de las diferentes instituciones en relación con las víctimas de la violencia. Entre la documentación a analizar figura el proyecto de ley de Compensación elaborado por el Gobierno e informes del Ararteko y de las oficinas vascas de atención a las víctimas. En un tercer momento, la ponencia se reunirá con personas directamente afectadas por la violencia. Es en esta fase donde el Colectivo de Víctimas del Terrorismo tendría que intervenir. Otro tipo de grupos como la asociación de familiares de los presos de ETA (Senideak) o las Gestoras pro Amnistía también serán invitados por la ponencia. A la reunión de ayer de la subcomisión acudieron un representante de la Asociación pro Derechos Humanos e Isaac Díez, sacerdote y portavoz de la familia de José Antonio Ortega Lara durente los 532 días que duró el secuestro del funcionario de prisiones. El cuñado de Ortega Lara transmitió a los miembros de la ponencia la importancia de que, en un proceso de normalización, el problema de las víctimas no se circunscriba únicamente a la compensación económica. "Me causaría un gran dolor que se piense que todo se puede reducir a una dimensión económica y me ofendería como persona que se diera la impresión de que hay un mercadeo económico", señaló con firmeza. Según Díez, la cuestión clave es que los damnificados vayan superando su sentimiento de víctima. "Sentirse víctima es algo muy negativo. Y desde una situación negativa no se puede vivir porque es sufrir mucho más de lo que ya la vida nos impone", explicó. Para el ex portavoz de la familia Ortega Lara este es "un reto social" que debe anteponerse a todo lo demás.
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