El destino político separa a los Clinton
Los demócratas quieren que la primera dama se traslade a Nueva York para defender su candidatura al Senado
Las encuestas están a su favor pero no tanto como para hacer campaña desde Washington: el Partido Demócrata ha pedido a Hillary Rodham Clinton que mude su residencia a Nueva York si quiere ganar el escaño de senadora al que aspira. Según una información publicada por el semanario U.S. News and World Report, los demócratas no están nada convencidos de que su posible candidata pueda conseguir el escaño si ocupa su tiempo en recepciones presidenciales o en viajes a Europa. Según el U.S. News, Hillary Clinton está ya planeando el traslado a Nueva York para dedicarse plenamente a su carera política. El semanario asegura que sus colaboradores más cercanos aconsejan que esa mudanza no se demore más allá del próximo otoño. Con Chelsea Clinton estudiando en San Francisco y Hillary haciendo política en Nueva York, se abre la perspectiva de que Bill Clinton se quede solo en la Casa Blanca hasta que acabe su segundo y último periodo presidencial en enero del 2001.
En una entrevista con la cadena CNN, Bill Clinton trató de desmentir que Hillary tenga intención de abandonar la Casa Blanca pero reconoció que si quiere el escaño de senadora por Nueva York "obviamente tendrá que pasar allí mucho más tiempo". Clinton aseguró que Hillary "no dejará de ser la primera dama, cumpliendo con sus responsabilidades, pero dado que tendrá que pasar un montón de tiempo en Nueva York", dijo el presidente, "tendremos que comprar una casa allí en la que pueda estar". Varios periódicos neoyorquinos aseguran que los Clinton llevan semanas buscando casa en Manhattan. Hace unos días Hillary aseguró que esas informaciones eran sólo especulaciones: "No hemos comprado nada". Pero añadió: "Todavía".
Todo esto ocurre cuando ni Hillary Clinton ni su posible contrincante republicano, el alcalde de esa ciudad Rudolph Giuliani, han anunciado formalmente su candidatura al escaño para el Senado. Los dos han puesto en marcha lo que se conoce como comité exploratorio, una forma de recaudar fondos y tantear las posibilidades. Una encuesta publicada por el Daily News otorga a Hillary Clinton la victoria en esa hipotética confrontación. La primera dama conseguiría el 47% de los votos frente al 39% del alcalde Giuliani. El sondeo trataba de averiguar también la disposición de los neoyorquinos a votar a una advenediza; según los datos sólo uno de cada tres habitantes de esta selecta ciudad mostraría reparos en votar a alguien que ni ha nacido ni apenas ha visitado nunca Nueva York.
En un acto reciente en Manhattan, Hillary se encontró con un grupo de manifestantes que mostraban pancartas con la palabra carpetbagger, un término acuñado para definir con tintes despreciativos a los políticos que tratan de conseguir escaños en ciudades o Estados en los que no han nacido o por los que nunca se han preocupado.
Seguidora de los Yankees
Desde que Hillary anunció sus aspiraciones hace menos de un mes, ha realizado más de una docena de veces el viaje Washington-Nueva York e incluso ha tratado de ganar electores por la vía deportiva: se declaró seguidora del equipo de béisbol de los Yankees de Nueva York, una afición sobrevenida que nadie conocía. El futuro político de Hillary Clinton parece haberse convertido en uno de los principales atractivos del ambiente electoral en el que ya se mueve el país. En la carrera presidencial, el gobernador de Tejas, George Bush -el principal activo republicano-, sigue disfrutando de una ventaja de partida sobre el candidato demócrata Al Gore, según las encuestas. El asunto del control de armas será, por ejemplo, uno de los que marquen el discurso político y la campaña electoral. Y eso representa un gran cambio respecto a las anteriores.
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