El PSOE anuncia una ofensiva tras su ascenso global el pasado 13-J

Ante un balance optimista, contrabalance negativo. La dirección del PSOE prepara líneas de crítica en todos los frentes a la acción gubernamental para el debate sobre el estado de la nación. El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, aprovechará el ascenso generalizado de su partido en las elecciones del 13 de junio para espetar al Gobierno que no todos los ciudadanos coinciden con él en que España va bien. Almunia seguirá ofreciendo al Ejecutivo acuerdos y colaboración "en materias de Estado" como el proceso de paz. El PSOE se alegra ahora de que el Gobierno rechazara su pretensión de celebrar el debate del estado de la nación antes de las elecciones municipales. Su ascenso generalizado, aunque no espectacular, ha servido para insuflar a los socialistas un optimismo olvidado desde hacía tiempo, lo que determinará la forma y el fondo con que Almunia encarará este debate.

Un reducido número de dirigentes del PSOE preparan desde el pasado jueves, y continuarán hoy, las líneas políticas del debate aunque Almunia tiene la última palabra al estar acostumbrado a adaptar a su propio estilo los discursos que pronuncia. Ante un balance previsiblemente optimista de Aznar sobre la marcha de este país desde hace tres años, Almunia replicará que esa no es la percepción generalizada.

Asuntos clave

Aquí entra la distribución, poco equitativa para el PSOE, del crecimiento económico; el estado de las instituciones democráticas, singularmente el papel del Parlamento, y el asunto que ha centrado la campaña: la fortaleza de la España de las autonomías. El PSOE está preparado para que Aznar les devuelva el argumento y les reproche que su preocupación por la España cohesionada era mero artificio por cuanto que están dispuestos a pactar con grupos independentistas a cambio de unos pocos Gobiernos municipales. La réplica del PSOE consiste en decir que acuerdos para gestionar ayuntamientos no tambalearán su proyecto para toda España, algo que no pueden decir los populares, según la visión del PSOE.

Los estrategas de Ferraz también prevén posibles líneas de ataque del Ejecutivo. Una de ellas puede ser la situación interna de los socialistas, que se sintetiza en estos momentos en que no tienen candidato a la presidencia del Gobierno. Además, Aznar está en su derecho de recordar que en sólo tres años de legislatura ya ha tenido tres contrincantes distintos: Felipe González, José Borrell y, mañana, Almunia.

Ante esto, el secretario general de los socialistas sólo podrá optar por la ironía y por hacer de la necesidad virtud, llamando la atención de la Cámara sobre su reciente ascenso electoral y recomendando a Aznar que se dé por satisfecho, ya que todo podría haber sido peor para los populares si el PSOE no hubiera sufrido en las vísperas electorales el golpe de la dimisión de José Borrell.